PALACIO MARTES 12 DE JUNIO…….
UNA candidata del PAN un tanto más agresiva
que de costumbre, un abanderado del
PANAL arremetiendo en contra de los políticos y solicitando apoyo rival a sus
propuestas y los dos punteros en el hándicap presidencial, del PRI y del PRD,
jugando a mantener sus porcentajes en la preferencia electoral, tal parece que
fue lo más notorio en el debate que sostuvieron, la noche del domingo, los
aspirantes a suceder a FELIPE CALDERON HIONOJOSA en Palacio Nacional y en Los
Pinos.

En cambio, ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR
centró su participación en lograr el convencimiento en el sentido de que su
gobierno generará más empleos mediante la inversión de recursos públicos que
surjan de un adelgazamiento de la nómina gubernamental.
El combate a la corrupción como una forma
de ahorro del erario-de acuerdo al programa de trabajo del tabasqueño-contribuiría
a reactivar el campo mexicano como forma de generar empleos, producir
alimentos, evitar su importación y abaratar los productos de la canasta básica.
La construcción de 5 refinerías-según LOPEZ
OBRADOR-sería la solución para abaratar el costo de los energéticos y la cadena
productiva, evitando así la exportación de crudo relativamente barato para
exportar gasolinas, aceites y lubricantes a precios muchos más altos que si
fueran de producción nacional.
ENRIQUE PEÑA NIETO, representando al PRI y
al Partido Verde Ecologista de México, evidentemente saltó a la palestra
política con la consigna de defender los 16 ó 4 puntos que encuestadoras
diferentes le otorgan, desde distintos puntos de vista, producto de intereses
de grupo y empresariales.
La notoria disminución de sus momios,
comparado entre el arranque del proselitismo y en la etapa actual de la recta
final han obligado al mexiquense y su “cuarto de guerra” a frenar la caída de
esa estadística que, en ambos casos, le representa el triunfo al término de la
jornada comicial.
Sin embargo, también resultó más que
notorio el discurso ambiguo, carente de contundencia y aderezado con palabrería
que hace recordar la eterna demagogia tricolor, durante las intervenciones de
PEÑA NIETO en el debate presidencial auspiciado por el Instituto Federal
Electoral.
La falta de argumentos sólidos que
avalaran sus propuestas de campaña impidió el lucimiento total de quien, al
concluir los dos debates, se mantiene como puntero en la preferencia de los
ciudadanos aztecas con credencial de votar.
En términos generales, bien pudiera
decirse que las tendencias y estadísticas de las empresas encuestadoras no
sufrieron variación relevante alguna al término de ese ejercicio democrático
ciudadano.
Aunque, por supuesto, la mejor opinión es
la del amable lector o radioescucha.
Fallas técnicas menores, pero fallas al
fin, se hicieron presentes en el segundo debate entre los candidatos presidenciables.
Obviamente, fue notoria la ausencia de la edecán que se llevó gran parte de la
atención, durante la primera comparecencia en ese contexto que se llevó a cabo
en el Distrito Federal.
Si la encuesta que otorga a ENRIQUE PEÑA
NIETO 16 puntos porcentuales por encima de ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR refleja
realmente la intención del voto de los mexicanos, indiscutiblemente éste será
el próximo presidente de México con el regreso del priato. Revertir esa ventaja
en los días que quedan de campaña se antoja prácticamente imposible.
En cambio, si las cifras que maneja Grupo
Reforma surgen de un verdadero sondeo profesional, al margen de intereses
empresariales, los cuatro puntos que separan a PEÑA NIETO de LOPEZ OBRADOR no
representan la certidumbre de salir avante en las urnas electorales. En
consecuencia, desde esa perspectiva, no resulta aventurado predecir una nueva
alternancia política en el país, con el agregado que FELIPE CALDERON HINOJOSA
haría valer su palabra de impedir a toda costa el regreso del PRI a Los Pinos.
Y hasta la próxima.
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