Por culpa de la corrupción del alcalde
La población del
municipio de Altamira está corriendo un serio peligro por culpa de la fétida
corrupción que emana del nefasto gobierno que encabeza Pedro Carrillo Estrada.
Una suerte de
malos manejos, tráfico de influencias y desatención plena a la población es lo
que se está viviendo en estos momentos en Altamira y que ha generado graves y
preocupantes niveles indefensión en la salud pública.
La
termoeléctrica que se ubica en Estación Colonias, se ha convertido en una
“bomba de tiempo”, o más bien en un verdugo silencioso que está carcomiendo
suave y gradualmente las vidas de los altamirenses.
Y aunque esta
realidad no se le puede cerrar los ojos, el alcalde Pedro Carrillo Estrada
simplemente voltea la mirada hacia otro lado y desatiende cualquier llamado de
la población.
Uno de los
líderes de dicho asentamiento humano, Francisco Aguilar Ríos, señala que ellos
han tenido que ir a suplicar con la termoeléctrica que disminuyan las tóxicas
emanaciones que emite, ya que el alcalde Pedro Carrillo Estrada simplemente se
niega a ayudarlos, por lo que solos han tenido que acudir hacia dicho lugar
ante el abandono del edil.
Una gran
cantidad de gases tóxicos y hollín emana de la termoeléctrica, inundando de
suciedad y peligros, además de Estación Colonias, otros ejidos como Tres de
Mayo, Cervantes y El Fuerte.
La
insensibilidad del alcalde, sumada a la desatención de los diputados Griselda
Carrillo y Armando López, ha generado este enorme peligro al negarse a ser
gestores de una solución, ya que el hacerlo no les genera ningún beneficio
monetario a sus bolsillos, razón por la que permanecen pasivos.
PUERTO INDUSTRIAL, LA MUERTE LENTA
Por otro lado,
la presencia de casos de cáncer siguen creciendo en Altamira, por lo que tanto
quienes padecen este mal como quienes los atienden han señalado que la
industria de Altamira es la que ha generado una “muerte lenta” y silenciosa a
los habitantes de esta zona de la entidad.
Ya es del
dominio público que tanto la
Secretaría de Salud como el alcalde Pedro Carrillo Estrada
saben de este problema, pero no han querido hacer nada por atajarlo, porque de
lo contrario dejarían de percibir el consabido “cochupo” por dejar hacer y
dejar pasar a la industria de Altamira.
Y así como se
implementan campañas preventivas en todo el país, expertos en el tema aseguran
que urge que también se preste atención al grave problema de la contaminación
que genera el puerto industrial de Altamira, pues en pleno siglo XXI, con
tantos avances de la tecnología, es inconcebible que sigan con la conducta
arcaica de hacer dinero a costas de la salud pública como se estila en los
países tercermundistas.
Los números
están ahí para quien los quiera ver, ya que en Altamira la leucemia es una de
las principales causas de muerte en niños menores de 10 años y al respecto se
tienen detectados por lo menos 100 casos de cáncer en el municipio, más muchos
más que por desconocimiento no se tienen contabilizados ya que al morir en
condiciones de estreches económica, los familiares de las victimas nunca se dan
por enterados de qué murieron.
Es alarmante
esta situación, pero más alarmante y grave que Pedro Carrillo Estrada y los
diputados Griselda Carrillo y Armando López, así como la propia Secretaría de
Salud desestimen las súplicas de la población ante este hecho y nomás estiren
la mano para voltear la mirada hacia otro lado.
HEPATITIS, OTRO PELIGRO QUE AVANZA
De manera
irresponsable tanto la
Secretaría de Salud como el alcalde Pedro Carrillo Estrada
han querido culpar a la población de que por no seguir las medidas correctas de
higiene el brote de hepatitis haya crecido de forma rápida y alarmante.
Nomás que la
misma población asegura que ha sido la irresponsabilidad del alcalde Pedro
Carrillo Estrada, al negarles buenos servicios públicos, lo que ha generado la
presencia de hepatitis en la zona que ya ha cobrado varias vidas de inocentes.
Y para demostrar
esta sentencia, la población pone nomás como ejemplo un caso, como el que
sucede en el “Fraccionamiento Dos”, de Altamira, quienes tiene largos 5 años de
estar viviendo entre aguas negras; es decir viven prácticamente en un foco de
infección mientras el alcalde Pedro Carrillo Estrada anda culpando a la
población del brote de hepatitis argumentando que al ser muy cochinos generan
este mal.
Es inconcebible,
mencionan los vecinos del “Fraccionamiento Dos”, que tanto las autoridades de
salud como el alcalde Pedro Carrillo Estrada y los diputados Griselda Carrillo
y Armando López, no quieran aceptar que el brote de hepatitis se debe a que
nunca han querido resolver el problema que representa las redes de drenaje
colapsado en Altamira y que ha desembocado en que buena parte de la población
viva entre aguas negras.
Estos datos son
los que celosamente han tratado de guardar en silencio, pero al asociar el
brote de hepatitis, con las aguas negras que han inundado la zona en donde
brotó esta “pandemia” se podrá comprobar la irresponsabilidad de las
autoridades de Salud y de Pedro Carrillo para que la hepatitis siga cobrando
vidas aunque traten de minimizar el hecho.
CONCLUSIONES
La población de
Altamira asegura que tanto Norberto Treviño García-Manzo y Pedro Carrillo
Estrada, le han mentido al gobernador Egidio Torre Cantú y han tratado de
minimizar la grave situación que priva en Altamira y que afecta de manera
directa y lamentable a la población del municipio.
Una caterva de
zánganos vividores del presupuesto es lo que impera en Altamira, pues la
pasividad de los encargados de Protección Civil, de la dirección de Ecología,
los regidores se han hecho de la vista gorda al dedicarse en cuerpo y alma a
llevarse el billete de los altamirenses.
Y en todo este
cochambre quien fomenta la corrupción sigue siendo el alcalde Pedro Carrillo
Estrada, al desatender las demandas de la población por dedicarse en cuerpo y
alma a robar.
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