HECTOR MIGUEL CHAVEZ
| H.
MATAMOROS.- La detención de tres generales del Ejército Mexicano por supuesta
vinculación con el crimen organizado tiene visos de ser otra maniobra con fines
electorales, producto de la desesperación de los estrategas de Los Pinos.
Es tan
evidente el propósito de guerra sucia electoral que el mismo día de la
detención trataron de vincular al general Tomás Ángeles Dauahare con el
candidato del PRI, Enrique Peña Nieto y de esa forma relacionar al ex
gobernador con el delito.
Se
hicieron las aclaraciones oportunas pero los estrategas de Los Pinos insisten en
montar el caso contra los priístas. Por lo visto no aprendieron con el
michoacanazo
Hay que
anotar que la desesperación del fracaso electoral les está nublando la razón y
la visión.
La
detención de los generales lastima nuevamente al Ejército, especialmente por la
forma en que se hace.
La única
evidencia que dicen tener para justificar la detención es la declaración de un
testigo protegido, y esos testigos protegidos no tienen ningún valor porque son
gente que declara lo que sea y contra quien sea siguiendo instrucciones con tal
de que les reduzcan sus condenas.
Las
acusaciones fundadas en dichos de testigos protegidos siempre han fracasado,
pero siempre han sido utilizadas para dañar a alguien y en este caso al que
están dañando es al Ejército.
El
Ejército está haciendo una tarea histórica en este país. Es el último valladar
contra la impunidad y la violencia y por tanto, por todo lo que hace y por todo
lo que significa merece reconocimiento, respeto y respaldo.
Si uno
de sus miembros es involucrado en el delito, lo menos que se puede esperar es
que se lo prueben de manera fehaciente y luego se proceda contra él y se le abra un
proceso, pero no detenerlo y exhibirlo como se hizo en esta ocasión de manera
tan irresponsable y sin pruebas.
Los
estrategas de Los Pinos tienen una gran inclinación por la propaganda pues
suponen que pueden engañar con toda impunidad.
Sin
embargo, ya ve usted lo que les pasó con el asunto de la francesa, cuando se
les descubrió que habían actuado más en función de la publicidad que de la ley.
PROTESTA
Los
conductores de los taxis y camiones piratas suspendieron el servicio de 8 a 10 de la mañana en la
ciudad y se concentraron en la plaza principal bloqueando el centro para
protestar por el secuestro de unidades americanas por parte de la Policía Federal
Preventiva.
Los
concesionarios de las peseras no participaron en el bloqueo pero sí
suspendieron el servicio de transporte en todas sus rutas esas dos horas.
Esperan
que ahora si el gobierno del presidente Calderón escuche a la gente de la
frontera. No escuchan ni atienden gestiones de nadie. La última gestión la hizo
el gobernador Egidio Torre y el candidato a Senador Manuel Cavazos Lerma y no
tuvo éxito.
La
protesta de ayer, de los taxistas piratas puede extenderse a otros sectores si
el gobierno federal insiste en poner oídos sordos al clamor de Matamoros.
Sólo se
trata de que quiten intermediarios, den facilidades para pagar y que la Policía Federal se
dedique a recuperar carros robados y que no despoje a los trabajadores.
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