HECTOR MIGUEL CHAVEZ
H.
Matamoros, Tam.- El tema del debate se discute desde muchos ángulos, con
seriedad y con irreverencia.
En
las redes sociales circulan videos desde el que dice que Hitler se entera del
resultado del debate hasta caricaturas de un debate de perros y fotos de los
cuatro presidenciables imaginándose a la playmate.
El
debate es el tema del día para discutir, para mofarse, para ilustrarse, para
reflexionar, para coincidir, para echar a vuelo las campanas, para generar
expectativas, para alentar ilusiones. El debate se usa para todo.
Hay
quienes lo descalifican como una pérdida de tiempo porque no hubo propuestas,
hay otros que lo consideran como el reacomodo de los presidenciables en la
intención del voto, unos más que es el punto de partida para una nueva campaña
con más bríos por parte de cada uno de los participantes.
Los
militantes y simpatizantes de los cuatro partidos se consideran ganadores y han
redoblado esfuerzo y entusiasmo haciendo proselitismo.
Pero
sin duda el gran ganador y el que va para arriba como la espuma es Gabriel
Quadri, el candidato del PANAL. Según las últimas encuestas ha subido su
puntuación en la intención de voto de 2 a 9 y eso es algo extraordinario, y si se
rodea de un buen equipo de asesores que lo pulan, en el siguiente debate puede
escalar posiciones al tercero o segundo lugar.
De
los pocos comentarios serios que se hacen es el reconocimiento a Gabriel
Quadri, porque desde el punto de vista académico es el mejor preparado, y tiene
una vasta experiencia en las organizaciones del sector privado y sus
planteamientos superaron a los otros tres, aunque no son cosa del otro mundo ni
totalmente convincentes. Habla mucho de lo que debe ser y muy poco de su
compromiso y propuesta.
En
las próximas entregas de esta columna me permitiré hacer una relación completa
de las promesas, los compromisos, los debe ser, los quereres, las
descalificaciones y los juicios directos e indirectos al actual régimen del
presidente Calderón que es el que sale más mal parado en este debate.
El
contenido del discurso tiene mucho de denuncia implícita y sobre todo exhibe a
los gobiernos de los últimos 12 años a nivel estatal y federal.
En
apoyo a las propuestas se dan a conocer cifras sobre viejos problemas que a
pesar de ser tratados en debates y ser temas de campañas sigue lacerando al
pueblo, como por ejemplo el caso de la administración de la justicia.
Dijo
Gabriel Quadri que hay poco más de 240 cárceles en el país y casi 500 mil
reclusos, que el 50 por ciento están presos por delitos pecuniarios que no
pasan de más de 2 mil 500 pesos y que el 40 por ciento de los internos no han
recibido sentencia.
Y
no habló del tráfico con la libertad en las Agencias del Ministerio Público y
los juzgados.
Es
un problema vigente que no atienden ni el presidente ni los gobernadores. Hoy
nuevamente se plantea y habrá que esperar si el que llegue a la Presidencia de
la República lo asume y lo resuelve o si sigue siendo tema de campañas y
debates.
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