La otra cara de verdad
Por jaime sosa
No existe un
consenso entre los estudiosos y académicos del campo de las humanidades, acerca
de las características de la sociedad de la información, la sociedad del conocimiento
y la sociedad de la sabiduría (wisedom society)
Lo cierto es
que cada tipo de sociedad, revela el criterio de análisis y toma de decisiones
del ciudadano inmerso en ella.
Es mi
interés, presentar a usted, amable lector, una mirada acerca de los tres tipos
de sociedades: de la información, del conocimiento y de la sabiduría y a la par
el tipo de ciudadano que corresponde a cada una de ellas.
Sociedad
de la información
Es común
suponer que el uso de internet y el acceso que provee en cuanto a información
de manera instantánea, significa que el ciudadano posee estándares de criterio
muy amplios o que el estudiante de hoy está mucho mejor “formado” que el
estudiante de ayer.
No es así. En
algunas sitios se forman generaciones completas de “copy-paste”: alumnos que
copian y pegan párrafos enteros de sitios como wikipedia o el
rincón del vago sin
mayor filtro que la coincidencia entre el tema a investigar y el tema
presentado en esos sitios web.
Nunca antes
la humanidad había estado tan informada, tan comunicada, tan bien documentada.
Sin embargo, los niveles de manipulación de las noticias, “la verdad”, las
“investigaciones” y “evidencias”, también son muy elevados.
Como dice
Vattimo, ahora resulta que los mass media, son los grandes constructores de
significado de lo real. El ciudadano de la sociedad de la información decide
que algo es cierto o no, dependiendo del medio por el cual obtuvo la información: La
Jornada, El Universal, Milenio, o dependiendo también de
quién lo dijo: El
señor Javier Sicilia, el señor AMLO o el señor Barack Obama.
En el fondo,
el ciudadano de la sociedad de la información es un ciudadano de estereotipos y
etiquetas, porque no posee mayor filtro que la confianza en el investigador, el
periodista o el candidato. “Es lo que él dice” , incluso “lo
que dicen todos” sin
que medie la posibilidad de poner en duda ninguna versión.
En la
sociedad de la información, tirios no leen a troyanos y viceversa. Porque no
existe la crítica y menos la autocrítica. Una vez que el ciudadano inmerso en
la sociedad de la información ha tomado una decisión, no existe la posibilidad
de que esté equivocado, antes bien, busca medios, personas y políticos que
afirmen y confirmen lo que él considera que es “La verdad”.
En la
Sociedad de la información, no hay adversarios, hay enemigos que deben ser
destruidos a como dé lugar. El candidato, el periodista o el intelectual , no
pueden haber fallado. No hay lugar para ese tipo de razonamiento. El ciudadano
inmerso en la sociedad de la información aplica la máxima de Sartre: “El
infierno son los otros”
¿Cómo ejerce
el voto el ciudadano que está inmerso en la sociedad de la información?
Sociedad
del conocimiento
Hasta el
momento, existe un amplio debate acerca de si es posible considerar a la
información como sinónimo de conocimiento[ii].
Evidentemente
no. Según Michael Peters, el ciudadano que está inmerso en la sociedad del
conocimiento usa la
información, no permite jamás que a través de la información puedan
manipularlo. No caben aquí las expresiones “es que lo leí en…” o tampoco “porque
Juan dijo…”.
En ese
sentido, el ciudadano de la sociedad del conocimiento asume la responsabilidad
de lo que dice en el sentido de que es él quien está utilizando, interpretando
y sosteniendo determinada opinión, en base a sus propias reflexiones. Los demás
(mass media, personas, candidatos, etcétera) son referencias válidas pero
incompletas para formar su propio criterio.
Este
ciudadano lee a tirios y a troyanos y reconoce que cada quien tiene parte de la
verdad, pero que esta no es exclusiva de nadie. Existe la posibilidad de que el
ciudadano inmerso en la sociedad del conocimiento tome decisiones contrarias a
su razonamiento, pero lo hará con conocimiento de causa.
Por eso, la
sociedad del conocimiento está integrada por ciudadanos que fueron educados en
sistemas educativos que los formaron para ser críticos, analíticos y
reflexivos. El sistema de gobierno sabe que los ciudadanos de la sociedad del
conocimiento, no son sujetos manipulables, porque entienden que el peligro de
la democracia es que una mayoría sin bases decida el destino de todos.
¿Cómo ejerce
el voto el ciudadano que está inmerso en la sociedad del conocimiento?
Sociedad
de la sabiduría
Estimado
lector ¿Ha usted leído los artículos que el señor Javier Sicilia ha escrito
para la revista proceso desde hace un par de décadas?
El poeta
habla de una sociedad en la que la democracia es, como dice Lumis, la
aventura de seres humanos que crean con sus propias manos las condiciones de
libertad, en base a una fe democrática que, como dice Jean Robert significa
“atreverse a confiar en el otro sin tener la entera seguridad de ser
correspondido”
En la
sociedad de la sabiduría, el ciudadano no está interesado en ideologías, sino
en gobiernos plurales, que se limiten a ellos mismos (al Leviatán, dice el poeta)
y así cree los espacios de libertad necesarios para que cada uno de nosotros
podamos resolver los problemas concretos que afectan nuestra vida diaria.
Siempre he
pensado que los más grandes filósofos, pensadores, inventores, poetas, son
visionarios. Rebasan tiempos y expectativas y rara vez son comprendidos en la
era que les tocó vivir. Su mérito es ir abriendo espacios de reflexión para que
los demás podamos acceder a otros modos de vivir y pensar que posibiliten al
ciudadano vivir en la sociedad de la sabiduría, donde la visión de “el otro”
como “mi hermano” en términos reales, pueda ser posible.
¿Cómo ejerce
el voto el ciudadano que está inmerso en la sociedad de la sabiduría?
Y usted,
amable lector ¿con cuál de éstos tres distintos tipos de sociedad y ciudadano
se identifica?
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