LA OTRA CARA DE LA
VERDAD
POR: JAIME SOSA
Con cierta
frecuencia, yo me hago esta pregunta… ¿Aquí nos toco vivir? ¿Será cierto esto y
es ya una “clase de maldición que se cierne sobre nosotros”? La respuesta para
mi, en todo momento es… Definitivamente NO, no es que aquí nos haya tocado
vivir y que no podamos hacer nada para cambiarlo, el problema es que si
permanecemos impávidos ante la situación que vivimos y solamente miramos o
criticamos y lo más que hacemos es quejarnos, pero no hacemos nada desde el
lugar en el que estamos, pues pareciera que si estamos “condenados” a seguir
así y que aquí nos tocó vivir… Las cosas no van a cambiar así “solitas” también
debemos entender que las cosas no cambiarán de la noche a la mañana, tenemos
que iniciar este proceso que sin duda requerirá del tiempo y del esfuerzo de
cada uno de nosotros…
Escuchaba la
respuesta del Dalai Lama a un hombre que le preguntaba: ¿Cómo podemos mejorar
la situación actual del mundo? ¿Cómo podemos terminar con las guerras, como
podemos terminar con el hambre, etcétera? La respuesta, llena de inmensa
sabiduría, fue también excesivamente simple…. El Dalai Lama le contestó: “La
única manera en la que podemos hacer que cambie el mundo, es que tenga cada uno
PAZ en su casa” “Ten paz tu en tu casa… ten paz tu en la tuya…” Pareciera tan
fácil… Pareciera que está tan al alcance de nuestra mano… pero sencillamente no
lo hacemos, justo porque contrario a lo fácil que parece, no es nada fácil, al
contrario, es lo más difícil… Lograr estar en “armonía” con los que están más cerca
de nosotros, conseguir esta armonía con nuestro “prójimo” será consecuencia de
estar bien y en paz primeramente con nosotros mismos…
Lamentablemente
veo que nos da miedo mirar hacia adentro de nosotros mismos… es más fácil
señalar y criticar a los demás, es más fácil crucificarlos por cualquier
pequeño detalle… Pero siempre sin mirar adentro… siempre disculpándonos a
nosotros mismos y auto-justificándonos, pero siendo implacables con los demás…
¿Dónde está la congruencia? ¿Dónde olvidamos la objetividad? ¿Quién nos nombró
jueces? ¿Por qué en lugar de “vigilar”, no mejor actuamos? Es muy fácil señalar
los errores sentados cómodamente en nuestra banca, pero la mayor parte de las
veces no estamos dispuestos a dejar la comodidad de la silla para empezar a trabajar
y a hacer lo que decimos y lo que pensamos que se debe hacer…
¿Por qué no
en lugar de seguirnos quejando empezamos a generar el cambio? Los invito a que
seamos promotores de este cambio, que sean un motor que impulse el que las
cosas sean diferentes, vamos a tomar las riendas de nuestra vida y de lo que
nos corresponde en nuestro entorno… Se habla tanto de valores, de principios,
de convicciones… hemos escuchado tantas veces discursos impresionantes… pero
que resuenan hueco… presumimos ser libres, mientras somos lacayos y títeres de
viejos intereses… presumimos ser actores políticos y hasta “jóvenes
progresistas” mientras estamos marcados por ideas añejas y putrefactas de lo
peor que hay en el país, mientras nuestros “padrinos” son lo más nefasto y viciado
del sistema … Presumimos ser de “izquierda” mientras hacemos alarde de ser “el
príncipe o la princesa” Decimos que nos importa la gente, pero no podemos
dedicarle unos minutos a nuestros conocidos ¿Dónde quedó la congruencia?
Eso es lo que
pasa, esa es la raíz que debemos cortar de tajo… nos hemos dedicado simplemente
a “barnizar” nos hemos dedicado a “resanar” pero no nos hemos reconstruido…
solo le damos “manitas de gato” a nuestro país, a nuestro amado México, a
nosotros mismos… Pocas veces estoy tan de acuerdo con las declaraciones del
Presidente Calderón… ayer fue una de esas pocas, ayer el habló de reconstituir
el “tejido social” ayer habló de valores… lástima que no sea suficiente el
poder de la palabra… debemos pasar a los hechos… debemos poner manos a la obra…
Pero tiene razón, ese es el punto, cada uno de nosotros debemos retomar los
valores, retomar el “civismo” y actuar de manera congruente a ello, debemos
reconstituir por completo el tejido social con principios y valores… tenemos
que cambiar nuestra manera de hacer las cosas, pues si seguimos haciendo las
cosas de la misma manera en la que las hemos venido haciendo, obtendremos los
mismos resultados que hasta ahora hemos obtenido…
Si queremos
que realmente cambien las cosas, si queremos vivir mejor, que nuestro país
avance, el primer paso será avanzar nosotros mismos, dejar de quejarnos
solamente y empezar con nosotros mismos, para que exista la corrupción debe
haber al menos dos partes implicadas… si nosotros nos mantenemos firmes cuando
nos detiene un agente de tránsito y le decimos: efectivamente, tiene usted
razón oficial, cometí una falta, levánteme la infracción…. Si nosotros dejamos
de dar “mordidas” Si nosotros empezamos a mostrar los valores en nosotros
mismos, solamente así iniciará el cambio, cambiando nosotros, impactaremos a
nuestra familia, a nuestros amigos, y así poco a poco iremos “encendiendo” los
motores que se necesitan para impulsar este país…
Vamos a
“ponernos las pilas” vamos a tomar las riendas y la responsabilidad que nos
corresponde, basta ya de quejarnos, empecemos a actuar, empecemos a hacer que
las cosas cambien…. Aquí no hay “magia” ni hay “misterios”, solamente si nos
unimos, solamente si cambiamos nosotros mismos, solamente TRABAJANDO y
retomando los valores y los principios que hemos ido olvidando y dejando en el
camino… solamente así lograremos que México cambie y que sea un país mejor…
solamente así podremos dejar de decir “AQUÍ NOS TOCÓ VIVIR”
¡SEAMOS
GENERADORES DEL CAMBIO!
¡EMPECEMOS
CAMBIANDO NOSOTROS MISMOS!
¡DEJEMOS DE
HABLAR PARA EMPEZAR A ACTUAR!
¡JUNTOS
DEBEMOS HACER QUE LAS COSAS CAMBIEN!
¡YO ESTOY
DISPUESTO A HACERLO!
¡PORQUE YO,
AMO A MÉXICO!
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