Por: Mauricio Fernández Díaz
Maestros de Tamaulipas definirán resultado de la elección.
Uno de los
grupos más influyentes de la política estatal son los maestros, y en años
recientes ha comenzado a recuperar su protagonismo; vienen de ser maltratados a
golpe de reformas que debilitaron sus derechos; vienen de ser difamados, pero
ya se acerca el momento del desquite.
Tamaulipas
ha mantenido siempre una relación filial con el magisterio; son de los miembros
más estimados por la sociedad, y es frecuente hallar colonias con nombres de
educadores, como el del célebre Lauro Aguirre. En la actualidad, este sector
agrupa a casi 60 mil maestros de nivel básico en la entidad.
Ellas y
ellos tienen esposos y esposas, hijos y hermanos, y juntos forman una comunidad
de intereses compartidos e ideas afines. Su influencia, por lo tanto, va más
allá del padrón magisterial, aunque esta cifra ya resulta considerable.
Los
candidatos deberían estar muy cerca de ellos para atraerlos con compromisos y
planes de desarrollo profesional. Los maestros son un gremio muy noble: se
entregan a sus bienhechores y responden solidariamente cuando los llaman. Por
eso resulta sorprendente cuando los gobiernos los desatienden o subestiman su
fuerza.
El pasado 28
de febrero, la Secretaría de Educación Pública eliminó el programa “Escuelas de
Tiempo Completo” de sus reglas de operación, con la publicación del acuerdo
05/02/2022 en el Diario Oficial de la Federación (DOF). ¿Qué significa esto?
Que ya no habrá más extensión de tiempo en la enseñanza a los alumnos, cuya
finalidad era reforzar conocimientos mal asimilados, mejorar las capacidades de
estudio y dar la posibilidad a los padres de ocuparse en sus trabajos en un
mayor horario.
Las razones
de esta cancelación deberían ser técnicamente claras y sustentadas en
resultados de costo-beneficio. Desgraciadamente, no ha sido el caso. El
gobierno de la Cuarta Transformación continúa con la demolición de lo
construido en administraciones anteriores por razones políticas, por
diferenciarse a secas del PRI y el PAN, sin ver el deterioro que dejan tras su
decisión.
Con la
anulación del proyecto, 800 escuelas en Tamaulipas perderán beneficios de
manera instantánea. Además del aprovechamiento escolar, 5,500 profesores se
quedarán sin los ingresos extras que obtenían de la extensión de horario; ellos
lograban un salario consolidado en su pago quincenal, que ya no volverán a ver.
Por ser un acuerdo publicado en el DOF, estas acciones ya no tienen retorno.
De todos los
rincones del estado se elevaron los lamentos del magisterio ante la tala
repentina del proyecto. No les dieron ni siquiera oportunidad de discutirlo,
como han hecho con otros temas de interés nacional. Pero el ruido de sus
primeros gritos no se compara con los que darán después: el gobierno de la
Ciudad de México, de Morena, anunció que ellos sí mantendrán el programa de
“Escuelas de Tiempo Completo” exactamente en los mismos términos en los que se
cumplía. Allá, tranquilidad, aprendizaje e ingresos; acá, nada. ¿Se deberá,
acaso, a que el Gobierno Federal fondeará solamente a las entidades de su
partido o porque Claudia Sheinbaum busca ser la candidata a la Presidencia de
la República?
Con estas
contradicciones, la impresión que causa Morena es pésima. Decía tener razón en
cancelar el programa porque provocaba corrupción y derroche de recursos. Pero,
¿qué va a decir ahora? ¿Qué solo los estados morenistas pueden contar con
recursos para operarlo? En la Ciudad de México, grupos de maestros y padres de
familia se inconformaron por la cancelación del programa, y fueron escuchados.
¿Acaso las quejas de profesores y alumnos de Tamaulipas y de otras entidades no
valen lo mismo?
Incluso en
Ciudad Madero y Altamira, municipios con mayor población obrera, varios padres
de familia protestaron por esta medida y solicitaron a las autoridades que
tomaran el caso en sus manos. Pero mantenerlo no depende de la voluntad o las
ganas del mandatario en turno, sino de algo muy escaso: el dinero, y este
recurso solo puede asegurarlo la Federación.
Con más
astucia, el gobierno del estado entregará 700 plazas a maestros que imparten
las materias de tecnología e inglés. La convocatoria se publicará en fecha próxima
pero se ha garantizado que ocurrirá antes de que termine la actual
administración. Se otorgarán 600 plazas a trabajadores del Centro Estatal de
Tecnología y 100 a auxiliares de inglés. Además, los profesores que han
laborado mediante contratos temporales obtendrán también su plaza. No es
necesario resaltar el beneplácito que ha causado esta noticia a los docentes de
la entidad.
En plena
época electoral, Morena recorta programas, beneficios y oportunidades a alumnos
y maestros en Tamaulipas. En tanto, el gobierno panista da dos o tres pasos
para ganarse a los profesores, aunque sea solo un poco de todo lo que pudo dar
en seis años.
En
elecciones cerradas, competidas, en campañas tan polarizadas, vale más estar
bien con todos y no discriminar a nadie. Tanto Morena como el PAN han mostrado
su estimación e interés por los maestros, y en la misma medida los van a
corresponder. Todos los votos cuentan, y el 5 de junio de este año le darán a
cada partido lo que se merecen.
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