21 enero, 2020
Cientos de migrantes desafiaron a los guardias
nacionales que estaban apostados en las márgenes del Suchiate.
Si no hay paso por aquí por el portón pueda que pasemos
por el río, pero de que vamos a entrar, así sí”, destacó un migrante de
Honduras. La del mediodía, cientos de migrantes centroamericanos aprovecharon
el bajo nivel del río Suchiate y cruzaron a pie desde Tecún Umán, Guatemala,
hacia Ciudad Hidalgo, Chiapas.
En el trayecto, algunos arrojaron piedras contra los
elementos de la Guardia Nacional que habían hecho un cerco de seguridad en la
orilla del río. Se desataron golpes y empujones. “Lo que queremos es un permiso
y de entrar legalmente para que Migración y federales no nos perjudiquen en
nada”, aclaró Ángel, migrante de Honduras.
El paso por el río se decidió después de que una comitiva
de 25 personas se acercara a la Aduana de México y solicitara a las autoridades
migratorias libre tránsito por nuestro país. Su petición fue rechazada.
El gobierno de México está comprometido a que se mantenga
una migración ordenada, segura y regular. El Instituto Nacional de Migración
hará cumplir la ley en caso de violación a esta. Las disposiciones jurídicas no
establecen una calidad migratoria de tránsito”, razón por la cual, no es
posible “obsequiar positivamente su petición”, comentó Carmen Yadira de los
Santos Robledo, delegada de Migración en Chiapas.
Eran más de dos mil migrantes, hondureños en su mayoría.
A temprana hora caminaron sobre el puente internacional Rodolfo Robles, después
de que la policía guatemalteca les abriera el portón migratorio, tras agruparse
desde la madrugada en Tecún Umán.
El sábado, hubo un primer intento. 800 migrantes llegaron
hasta la aduana mexicana, pero un cerco de la Guardia Nacional los contuvo
usando gases lacrimógenos. Después cerraron el portón de forma definitiva.
No es un delito cruzar o estar en México, pero sí,
nuestras leyes migratorias señalan las formas de hacerlo”, apuntó el general
Vicente Hernández, coordinador de la Guardia Nacional en Chiapas.
Tras dialogar con representantes migratorios,
centroamericanos en grupos de hasta 30 personas aceptaron el asilo y refugio
temporal que ofrece el gobierno mexicano.
Pues perfectamente lo aceptamos porque lo que queremos es
trabajar y luchar para sacar adelante a nuestros hijos”, expuso Paola Dolmo,
migrante de Honduras.
El domingo, reagrupados en un albergue y una iglesia de
Tecún Umán, replantearon su estrategia. En el cauce del Suchiate, la Guardia
Nacional detuvo a 400 migrantes. El Instituto Nacional de Migración analiza
devolverlos vía aérea a Tegucigalpa.
Tocó que nos agarrarán pues. Si venimos migrando es
porque necesitamos buscar otra forma de vida”, dijo David Escobar, migrante
hondureño.
Otros fueron detenidos a la salida al norte de Ciudad
Hidalgo. Entre el kilómetro 20 y 21 de la carretera a Tapachula, cientos de
migrantes caminaron hasta que un retén del Ejército, Migración y la Guardia
Nacional los interceptó. Al percatarse, los migrantes corrieron en todas
direcciones entre la vegetación y caminos de terracería.
Venimos en paz, venimos tranquilamente, sólo vamos de
paso, no nos quieren dejar pasar, tuvimos que correr, tenemos miedo que nos
golpeen, entiende”, señaló un migrante.
Según las autoridades, 58 lograron perderse por caminos
selváticos. La mayoría fue devuelto a instalaciones migratorias. El resto de
los migrantes que se quedó en medio del río Suchiate, decidió regresar a Tecún
Umán, Guatemala para reagruparse y buscar otra oportunidad para cruzar a
México.
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