-¿Tendrán mayor criterio los
operadores?
-Función restringida por
falta de policía preventiva
-Mando Único….peor el remedio
que la enfermedad
UNA vez que en Tamaulipas ha entrado en funcionamiento
el número telefónico de emergencia 911, sería conveniente que al mismo tiempo
mejoraran la calidad del servicio y atención ciudadana por parte de los
operadores.
Es de sobra
conocido que anteriormente, al marcar el 066 para solicitar un vehículo de
emergencia o bien presencia policial, los cuestionamientos hacían desesperar a
quien reportaba.
Resultaba
imposible que en momentos críticos y de natural nerviosismo, el ciudadano
solicitante tuviera la lucidez necesaria para recordar tipo de vestimenta,
marca de vehículos o placas de circulación, por ejemplo.
Además de la
contrariedad, se perdían minutos valiosos con las preguntas que realizaban los
operadores del citado número de emergencia.
Es por ello
que a la par de la nueva marcación, el personal encargado de esa importante y
delicada misión tengan el criterio suficiente a la hora de recibir algún
llamado de auxilio.
Desafortunadamente, la falta de una adecuada cultura ciudadana que
deriva en llamadas falsas o de broma, es la principal razón que origina
contratiempos.
Sin embargo,
con todo y el anuncio oficial del número de emergencia 911, la situación se
complica ante la falta de unidades de auxilio y, sobretodo, la ausencia de la
policía preventiva.
Al igual que
en todos los municipios de esta entidad federativa, en Matamoros, para ser
concretos, el 911 ofrece relativa atención cuando se trata de accidentes o
situaciones que requieren de la presencia de los bomberos.
Soldados,
marinos y policías federales que patrullan la ciudad se resisten a atender
llamados de ciudadanos que reportan presencia de probables ladrones, pleitos
callejeros y violencia intrafamiliar, entre otros delitos menores. De modo que,
para mala fortuna de los matamorenses, el flamante número telefónico de
emergencia está acotado.
Desde que
entró en funciones el Mando Único en la vigilancia preventiva citadina, los
delitos catalogados como del fuero común registran una considerable alza. La
sociedad prácticamente se encuentra desprotegida y no existe una corporación a
quien solicitar el auxilio necesario.
Los
elementos castrenses que fueron sacados de sus cuarteles para realizan
actividades policiales no están preparados para esos menesteres. Sus recorridos
están orientados a detectar y detener a individuos relacionados con la
delincuencia organizada.
Cierto es
que el gobierno federal decidió retirar a los policías preventivos ante su
presunta complicidad con los diferentes cárteles de la droga. Sin embargo, a la
distancia, tal parece que salió peor el remedio que la enfermedad.
La actividad
del crimen organizado continúa como si nada con o sin policía preventiva,
aunque, lo más lamentable, es la inseguridad de los ciudadanos de buen vivir,
que están a merced de los ladrones. El robo a casas-habitación y
establecimientos comerciales es el pan de cada día en este puerto fronterizo.
Hasta el momento, todo hace suponer que la
integración de la Policía de Proximidad, para la vigilancia preventiva, sería
la solución para ese mal que aqueja a los residentes locales.
Como olvidar
aquellos tiempos en que las unidades de la policía preventiva brindaban
protección y seguridad ciudadana. Misma función que ejercía la presencia de
casetas policiacas en las colonias de la periferia.
Sin embargo,
el Mando Único, que prácticamente no ha servido de nada, acabó con esa
tranquilidad.
Ni hablar.
Y hasta la
próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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