Por:Mario A.
Díaz
-Reasignan a Gustavo Cárdenas como presidente de la
Comisión de Marina
-No contaron ni francachelas ni líos policiacos
-Esquirol del PRI-Gobierno no reúne el perfil para esa
importante representación
CON todo y la
mala imagen ganada en las últimas fechas, derivada de acciones asociadas con el
abuso en el consumo de alcohol y problemas policiacos de familiares directos,
el legislador federal GUSTAVO ADOLFO CARDENAS GUTIERREZ fue reinstalado en la
presidencia de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados.
El representante plurinominal del Partido
Movimiento Ciudadano en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a su vez, nombró
como secretario Técnico en esa Comisión a su suplente, DANIEL SOSA CARPIO.
Dentro de la franquicia electorera
propiedad del veracruzano DANTE DELGADO RANNAURO, CARDENAS GUTIERREZ es el
dirigente estatal en Tamaulipas, mientras que SOSA CARPIO es el delegado
nacional del MC en esta entidad federativa.
Quiérase o no,
resulta lamentable que la Cámara Baja del Congreso de la Unión asigne como
titular de esa importante comisión ante la fuerza armada naval a un diputado
que no cumple con el perfil que requiere una representación de esa naturaleza.
El lenguaje coloquial con abuso de palabras
malsonantes, la frivolidad con que se conduce en asuntos que requiere de
seriedad extrema, apariencia física que lo hace lucir bastante mal, aunado a
los escándalos que trajeron consigo una francachela en una alberca y la detención
de su hijo en San Pedro Garza García, Nuevo León, son factores que debieron ser
analizados detenidamente en San Lázaro.
Cabe recordar
que GUSTAVO CARDENAS GUTIERREZ dejó acéfala la presidencia de la Comisión de
Marina, para participar como esquirol en la pasada contienda electoral por la
gubernatura tamaulipeca. Su ausencia fue cubierta por el profesor DANIEL SOSA
CARPIO, en su carácter de diputado federal suplente.
Los resultados políticos y económicos son de
sobra conocidos. A quien también se le identifica como “el muchacho alegre”
perdió gran parte de su capital político, aunque, eso sí, vio incrementada en
70 millones de pesos su cuenta bancaria personal, producto del pago del
PRI-Gobierno para que embistiera duramente en contra del entonces candidato del
PAN FRANCISCO JAVIER GARCIA CABEZA DE VACA.
El descrédito postelectoral debió ser
suficiente para que se le reubicara en otra Comisión Legislativa y no
necesariamente como presidente de la misma.
Cuestión de analizar que por la misma razón
electoral, BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, excandidato del PRI a la sucesión de EGIDIO
TORRE CANTU, solicitó licencia a la diputación federal y a la presidencia de la
Comisión de Hacienda.
Luego del fracaso en las urnas, el
matamorense regresó a su curul, más no a la importante comisión que presidió.
Algo parecido debió aplicarse a GUSTAVO
CARDENAS GUTIERREZ, con el objeto de no dar una mala imagen representativa ante
la Secretaría Armada de México, hoy por hoy, la única instancia de las fuerzas
armadas gobierno Federal que aún goza de respeto y credibilidad.
Es evidente que
en el parlamento azteca los intereses partidistas juegan un papel más relevante
que la seriedad y solemnidad que deben envolver a las distintas comisiones
emanadas del palacio legislativo de San Lázaro.
Por el bien de
Tamaulipas, de los tamaulipecos y de la propia LXIII Legislatura Federal es de
esperarse que el reasignado presidente de la Comisión de Marina se comporte a
la altura y se olvide de su slogan partidista, de su
vocabulario y de la escoba que portó como estandarte durante la campaña
proselitista que aprovechó para denostar al ahora gobernante tamaulipeco.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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