Permite que funcionarios hagan negocio
particular en horario de oficina, violentando las leyes de la Función Pública
por Ambrosio Garza D.
La contralora gubernamental Gilda Cavazos Lliteras se lava las
manos sobre el tema de que funcionarios del Cobat y Seduma hacen el papel de
juez y parte en un asunto laboral, haciendo uso del tiempo oficial para
llevar acabo diligencias que constituyen una infracción administrativa.
Las empresarias locales Janeth y Judith Garza Aparicio, denuncian
que David Rey Méndez Vázquez Director Jurídico del Cobat y Diana Marcelina Cruz
Zavala secretaria particular del biólogo Jorge García de Seduma, violentan las
leyes para servidores públicos vigentes, toda vez que en horas de oficina se
dedican a litigar.
EL CONFLICTO
Las empresarias fueron demandadas por ex empleadas por despido
injustificado, contratando los servicios legales de David Rey Méndez Vázquez y
Diana Marcelina Cruz Zavala.
Ambos funcionarios públicos que de forma paralela, es decir en
horarios de oficina cobran por litigio laboral, intentaron chantajear a las
empresarias con la suma de 15 mil pesos para “echarle tierra al asunto”.
También dejaron en claro que de no acceder a sus demandan,
comenzarían otro juicio laboral con otra empleada, en donde reclamarían cientos
de miles de pesos como compensación y alargarían los juicios por año.
Cabe destacar que las leyes laborales vigentes impiden que los
juicios laborales puedan reclamar más de 12 meses de salarios caídos, para
evitar actos leoninos de extender el juicio por año.
COMPLICIDAD A TODAS LUCES
La población de Tamaulipas no entiende los motivos del porqué
Gilda Cavazos Lliteras protege a los funcionarios públicos que ahí laboran, ya
que ha intentado “lavarse las manos” para evitar atender el asunto.
Este conflicto corre el velo del telón y descubre la complicidad
de la Contraloría Gubernamental con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio
Ambiente y Recursos Humanos del Gobierno Estatal, al permitir que empleados
cobren sin trabajar a la administración pública.
OTRAS IRREGULARIDADES QUE GILDA DESATIENDE
La contralora Gilda Cavazos Lliteras también se hace de la “vista
gorda”, cuando alguien le recuerda el negocio que Carlos Castro Medina tiene en
el COBAT, con la venta de libros, aprovechándose del cargo de director.
Como también calla las preferencias que el director del COBAT
tiene con Flor Estela Montes Rodríguez, con quien tiene ciertas preferencias
sentimentales permitiéndole hacer negocio con las cafeterías.
El mismo Carlos Castro Medina es quien protege las tropelías de
David Rey Méndez Vázquez, quien intentó extorsionar a las empresarias Garza
Aparicio y que cobra por ser una figura decorativa en el departamento Jurídico
del COBAT.
Todo apunta a que Carlos Castro Medina le está “sacando jugo” a la
protección que le otorga a Méndez Vázquez, ya que le permite no checar horario
de entrada ni salida.
Además le permite cobrar horas extras, vales de despensa,
viáticos, gasolina, permitiéndole utilizar un vehículo oficial para atender
asuntos particulares, como los litigios laborales en contra de la población.
También tiene a su cargo equipo de cómputo oficial utilizado para
realizar asuntos privados. Además los casos que ha litigado a favor del COBAT
los ha perdido, porque los arregla en lo “oscurito” para obtener mayor tajada
económica.
Méndez Vázquez tiene dos años de haber egresado de la Facultad de
derecho, y su ascenso se debe a que le lleva los asuntos legales y personales a
Carlos Castro Medina…
TODA UNA MAFIA
La amiga íntima del director del COBAT, Carlos Castro, es decir
Flor Estela Montes Rodríguez, es esposa de Jorge García de Seduma y amiga de
Diana Marcelina Cruz Zavala.
Diana a su vez es cómplice en los litigios laborales de David Rey
Méndez Vázquez, cerrándose y entendiéndose el círculo de complicidades que la
contralora Gilda Cavazos Lliteras no quiere ver.
Jorge García trabaja como director en SEDUMA con un horario de 48
horas por semana en esa dependencia, pero también tiene 35 años trabajando en
el Tecnológico de Ciudad Victoria, con la mejor clave, es decir que se ha
dedicado a trabajar de aviador durante el presente sexenio.
Jorge García es esposo de Flor Estela Montes Rodríguez, quien a su
vez está ligada íntimamente con Carlos Castro Medina, esta situación es del
dominio público, pero no se sabe si el esposo está de acuerdo o se hace de la
vista gorda para no perder los privilegios alcanzados.
Diana Marcelina Cruz Zavala, también forma parte de esta mafia del
“dinero y la hormona”, como le llaman a este grupo en SEDUMA, pues también sabe
cómo “consentir” a Jorge García.
Por ello además de litigar en horario de oficina también se dedica
a vender joyería en Las Magnolias, aprovechándose de la “relación” con su jefe
y con su amiga.
MUGRE QUE ENSUCIA AL GOBIERNO
En pleno proceso electoral, este grupo viene a generar problemas
al Gobierno de Tamaulipas, pues la política de transparencia que ha
implementado el gobernador Egidio Torre Cantú se opaca por culpa de Carlos
Castro Medina, Jorge García, David Rey Méndez Vázquez, Diana Marcelina Cruz
Zavala y Flor Estela Montes Rodríguez, quienes han hecho de la función pública
un suculento nicho económico.
Y ante esta realidad se siguen sin entender la pasividad, que raya
inevitablemente en la complicidad, por parte de la contralora Gilda Cavazos
Lliteras.
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