H, Matamoros, Tamaulipas:

Latinos irán a ver al Papa para pedir reforma migratoria

POR: JAIME SOSA
 INTERNACIONAL
Maurilio Bautista es ciudadano estadounidense pero no puede hacer nada para regularizar el estatus migratorio de su esposa. Excepto rezar. Por esto, el inmigrante mexicano se ha unido a un grupo de 18 latinos que irán a la costa este del país a tratar de ver al Papa Francisco con la esperanza de escucharlo pronunciarse en favor de los 11 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos de manera ilegal.
“Nuestra fe es alcanzar al Papa y que aunque sea con una palabra ponga el tema de la cuestión migratoria sobre la mesa. Creemos que si lo dice, lo van a escuchar los políticos, toda la gente”, manifestó el lunes el comerciante oaxaqueño. El grupo de seis niños y 13 adultos incluye a una niña del área de Oxnard, cuyos padres son campesinos y también viven sin autorización, de acuerdo con Alicia Flores, directora ejecutiva de Hermandad Mexicana Transnacional, con sede en Oxnard, una de las organizadoras del viaje.
Ninguno de ellos tiene boleto para entrar a uno de los eventos donde hablará Francisco pero esto no les preocupa porque lo importante es resaltar la necesidad de una reforma migratoria, agregó Flores. Los inmigrantes esperan que Francisco toque el tema de la reforma migratoria durante su visita a Estados Unidos
“Vamos con un espíritu de lucha, con el objetivo de enviar un mensaje”, puntualizó la activista.
Francisco llegará a Filadelfia el 26 de septiembre, cuando se espera que hable sobre libertades religiosas e inmigración en el marco del 8vo Encuentro Mundial de Familias. Al día siguiente dará una misa como parte de la misma conferencia.
Su visita a Estados Unidos iniciará el 22 de septiembre, cuando llegue procedente de Cuba. Al día siguiente se reunirá con el presidente Barack Obama y ofrecerá una misa para canonizar al misionero español Junípero Serra, fundador de ocho de 21 misiones católicas en California.
Dos días después pronunciará un discurso ante una sesión conjunta del Congreso, en Washington, y el 25 se dirigirá a la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, y oficiará una misa en el Madison Square Garden. Pese a que su esposa lleva 18 años en el país, Bautista dijo que no puede hacer nada por arreglar su situación migratoria pero no dio más detalles. Su esposa Elizabeth tampoco quiso hablar sobre el asunto. Bautista dijo que él y otros seis oaxaqueños que lo acompañarán seguirán al Papa por toda la costa este con solo una plegaria en mente: escuchar que se pronuncie en favor de los inmigrantes.
“Esa es la única razón por la que vamos”, agregó.
Los inmigrantes están recaudando fondos para su viaje. Bautista dijo que el domingo recaudaron mil 200 dólares vendiendo helados que él donó.
Otro integrante del grupo es el mexicano José Ugarte, quien está en contra de la separación de familias porque su madre sufrió esto en carne propia en la década de 1930, cuando fue deportada a México pese a ser ciudadana estadounidense. Su madre, Ofelia Ruiz, fue parte de una deportación masiva en la década de los años 30 y 40. Unos dos millones de mexicanos y estadounidenses de origen mexicanos fueron deportados durante este período.
“Vemos que hay muchos niños separados de sus padres y creo que sería bueno apoyarlos porque ellos no tienen nada que ver con la política. Es un golpe muy duro para ellos”, dijo Ugarte, cuya madre fue deportada a los seis años y pudo regresar diez años después.

Se preparan para reunirse con el Papa en NY

Lorenza Sánchez, quien emigró en el 2000 de su natal Xalpatlahuac, en el estado de Guerrero, para huir de la pobreza que por generaciones apresó a su familia, es una de las docenas de inmigrantes mexicanos que se reunirán con el Papa en Nueva York.
Sánchez, quien mantiene a sus cuatro hijos con eventuales trabajos como empleada doméstica, cuidadora de niños, vendiendo comida y recolectando latas y envases plásticos en calles de Nueva York, espera la fecha de su reunión con Francisco con mucha alegría y con mucha más esperanza.
Como numerosos mexicanos que conforman el grupo de 150 inmigrantes que el 25 de septiembre conocerán a Francisco durante su visita a una escuela primaria de Harlem del Este, Sánchez espera que la visita papal dote al debate sobre los migrantes en Estados Unidos de un cariz positivo.
“Dios nunca puso fronteras, nunca dijo que aquí no se debe dejar pasar a tales personas. Pero en este país no nos quieren, nos quieren sacar y yo creo que Dios no está de acuerdo. Por eso estoy segura de que el Papá abogará por nosotros, por los mexicanos y por todos los migrantes”, dijo Sánchez.
Para Rita Alonso Gordillo, que emigró a Estados Unidos hace
28 años del estado de Puebla, resulta de esencial importancia que el Papa subraye tanto en el Congreso como en su reunión en la ONU, programada para horas antes de su visita a Harlem del Este, la humanidad de los inmigrantes.
“Me gustaría que el Papa diera un mensaje a toda esa gente del Congreso y de la ONU, a todos los que no tienen conocimiento sobre quiénes somos las personas que migramos, de que lo más importante no es que nos den un papel sino que nos traten con dignidad y respeto”, afirmó.
Sánchez y Alonso, como el resto de los inmigrantes que conocerán a Francisco en Nueva York, pertenecen a grupos de Caridades Católicas, de la Arquidiócesis local. Según voceros de este organismo, los mexicanos son el grupo más numeroso de migrantes que se reunirá con Francisco.
La reunión del Papa Francisco con inmigrantes es ya de por sí un espaldarazo simbólico a este grupo social en Estados Unidos y, dado que sucede en Harlem del Este, un enclave de la comunidad mexicana en Nueva York, a los latinos en general.
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Editores periodico frontera

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