H, Matamoros, Tamaulipas:

PALACIO


Manlio y Tamaulipas
 

-Difícil que se deje ganar las gubernaturas

-Se ubica el sonorense en la antesala de Los Pinos

-Se desalinean los astros en el escenario azul y blanco

    LA llegada de MANLIO FABIO BELTRONES a la dirigencia nacional del PRI podría convertirse en una garantía de triunfo en Tamaulipas, en la elección local de 2016.
    Su estilo de hacer política que lo ubica como de “línea dura”, y además, su experiencia en esas lides, dejan entrever un escenario triunfalista, sobre todo en las entidades donde se elegirán nuevos gobernadores.
    Se da por descontado que el sonorense y exlíder de bancada en la Cámara baja del Congreso de la Unión hará hasta lo imposible por retener las gubernaturas priístas y recuperar aquellas que estén en manos de la oposición.
    Un buen desempeño como dirigente nacional tricolor-logrando para su partido el máximo de gubernaturas, congresos locales y alcaldías-aumentaría sus bonos políticos.
    Desde su registro como candidato a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, BELTRONES de inmediato fue etiquetado como serio prospecto al relevo del mandatario azteca, ENRIQUE PEÑA NIETO.
     Asimismo, a escasas horas de su asunción como nuevo líder del rebaño tricolor, MANLIO FABIO es ubicado muy por encima de las probabilidades presidenciales de LUIS VIDEGARAY y MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG, secretarios de Hacienda y Gobernación, respectivamente.
    Ante ese horizonte político, el flamante presidente del CEN del PRI difícilmente se dejará opacar por la oposición en la justa electoral que se avecina.
   De ahí que en Tamaulipas, por ejemplo, el jerarca priísta no se dejará “comer el pastel” por los candidatos que presente el Partido Acción Nacional o alguna coalición encabezada por Movimiento Ciudadano.
     Sobran quienes opinan que el arribo de MANLIO a la representación del priísmo nacional representa oxígeno puro para el presidente PEÑA NIETO. La corriente crítica que enfrenta el mandatario mexicano, que ha impactado la línea de flotación de su popularidad, es una situación política del momento que hace crecer al dirigente tricolor.
    La designación de otro dirigente del CEN del PRI no hubiese generado la misma percepción.
    Al presidente de los mexicanos no le quedó otra opción más que designar a BELTRONES como el nuevo jerarca tricolor, cargo que prácticamente lo ubica en la antesala de Los Pinos.
   Un triunfo arrollador en el cotejo eleccionario de 2016 lo ubicaría en inmejorable posición en el arrancadero político de 2018.
     En consecuencia, desde esa óptica, quien lleve la estafeta priísta a la sucesión de EGIDIO TORRE CANTU tendrá altas probabilidades de salir avante al término de la jornada comicial de julio próximo.
    Desde otra perspectiva en el mismo contexto, MANLIO FABIO viene a descomponer aún más el escenario político del panismo tamaulipeco.
    Si ya de por sí la pugna interna entre los distintos grupos estimaba un horizonte nada halagador para la causa albiceleste, la excelente jugada de ajedrez del exinvencible agudiza la crisis azul y aleja las probabilidades de la primera alternancia partidista en la esquina noreste de la república mexicana.
     Eventualmente, solo una negociación de alto nivel podría dar paso a un triunfo panista en Tamaulipas, aunque, eso sí, a cambio de la recuperación de otra entidad federativa. El poco activo político que representa el estado cuerudo en el contexto nacional lo etiqueta como una carta canjeable.
     Como es evidente y con base en ese criterio, la elección de MANLIO FABIO BELTRONES como nuevo dirigente nacional del PRI, modifica el escenario político en Tamaulipas, obviamente, favoreciendo a la causa tricolor y, al mismo tiempo, enrareciendo el horizonte del panismo.
    Y hasta la próxima.

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Editores periodico frontera

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