(regina_renteria@hotmail.com
Una
persona que tiene miedo enfrentarse a la
sociedad no debe ser diputado porque con que le va a responder al pueblo;
opinaron regidores de diversas corrientes políticas.
Ante
la proximidad de un debate que proponen organismos empresariales y académicos
de la ciudad de Matamoros, en el cual deberán participar los diez candidatos más
el Independiente, Ramiro Salazar Rodríguez solamente ha demostrado que de materia gris no tiene nada ya que no es capaz de enfrentar a diez personas que
tienen el mismo objetivo de ser legisladores federales y tener la capacidad de
debatir sobre temas que son tan cotidianos, si con miedo piensa conquistar el
voto de los ciudadanos, mejor que se retire porque en el Congreso, se va a enfrentar a personajes
que si tienen talento.
Ramiro Salazar con lo único que se siente
seguro es con la hija como alcaldesa pero la realidad es que durante este tiempo
de campaña no ha demostrado su experiencia ni personal ni política y habla sin
fundamento en temas que deben tener sustento ya que Matamoros requiere todo un
gran ordenamiento en muchos aspectos, mencionaron algunos regidores reunidos en torno a un almuerzo
en conocido restaurante, en donde hacían un análisis de su campaña.
El
papa azul no tiene propuestas legislativas, no ha sacado una familia que lo
sustente y se le ve abandonado de los panistas lo cual genera una gran
incertidumbre hacia el electorado ya que en los recorridos no se le ve
cuerpeado por diputados que esta vez para beneficio de ellos los cuatro son
panistas, sin embargo no quieren saber nada del papa de la alcaldesa.
Los
regidores quienes son mayoría en el cabildo deberían ser parte de su equipo de
campaña y tampoco se les ve en las fotos haciendo proselitismo, los
distinguidos panistas tampoco les interesa su candidato, entonces que hace un
candidato sin su gente haciendo campaña, cuestionaron los ediles quienes
platicaban temas al respecto.
El
pueblo de Matamoros está obligado a que
los candidatos les ofrezcan sus propuestas, les aclaren sus dudas y con ello
comparar quien será el mejor
legislador para el país, lo anterior relacionado con el debate y recordaron las palabras de Cesar Camacho,
líder nacional el PRI, quien lo llamo
falto de ideas y gris, considerando que esta descripción estuvo
muy bien hecha.
Más allá de las encuestas, que las distintas
empresas elaboran para conocer la preferencia electoral en los distintos frentes
que los partidos políticos están disputando a lo largo y ancho del territorio
nacional, el sentir directo de los integrantes de cada campaña es en este
momento quizá el indicador más fiable de lo que realmente sucede.
Justo eso es lo que está ocurriendo con la campaña
del panista Ramiro Salazar, pues los propios integrantes de la misma
están dejando solo a su candidato en
sus pretensiones de ser diputado federal, quien en los últimos días se
deja ver apenas con un grupo reducido de jóvenes que son a quienes les paga.
Ajenos a la imposición de un candidato con los
pésimos antecedentes de Ramiro Salazar, ni siquiera se han comprometido al
interior del partido para promover el apoyo y el voto en favor del papá de la
alcaldesa de Matamoros. Es más, en un indicio que seguramente debe preocupar a
la dirigencia nacional del partido, muchos militantes se expresan en privado
por apoyar la fórmula de otro partido.
Los panistas de cepa mencionan no estar
interesados en el proyecto de la familia Salazar, porque este no es proyecto de
partido sino de un grupo que tiene apellidos: Salazar Vázquez o Rodríguez
Es curioso pero precisamente todos estos datos de la
encuesta que promueven los familiares de Ramiro Salazar no aparecen por ningún
lado. Ni siquiera el nombre de la empresa responsable se sabe. Algunos medios
de comunicación que han requerido datos de esa encuesta han sido ignorados por
Ramiro y su gente.
Queda claro que la desesperación está cundiendo en
la campaña de Ramiro Salazar, su hija, su yerno, sus socios, están muy
angustiados, pues deben lidiar con el abandono de las bases panistas en la
entidad y no teniendo más ideas, han recurrido a la vieja treta de sembrar
falsas encuestas, en un intento por alimentar expectativas equivocadas e intentar
con ello recuperar un rezago real que presagia su derrota.
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