-Irresponsabilidad, prometer lo que no se va a cumplir
-Llueven quejas contra médico ginecólogo del Pumarejo
-Candidatos ofertan proyectos pero no dicen cómo los
aterrizarán
A UNA semana de iniciadas las campañas
proselitistas de los diferentes candidatos a la diputación federal por el IV
Distrito con cabecera en este puerto fronterizo, las promesas no se han hecho
esperar y, desafortunadamente, los abanderados hablan de propuestas
legislativas pero no aciertan a manifestar cómo le harán para aterrizarlas.
Los electores locales son abordados por
quienes pretenden formar parte de la LXIII Legislatura en a Cámara
Baja del Congreso de la Unión ,
quienes juran y perjuran que si el voto popular los catapulta a San Lázaro,
promoverán leyes a favor de la unidad familiar, para generar empleos, becas
para estudiantes destacados, terminar con los abusos del Infonavit y, desde
luego, hacer hasta lo imposible para que los servicios de salud se incrementen
en los centros hospitalarios públicos.
Tomando en cuenta la crítica situación
financiera que enfrenta nuestro país como consecuencia de la caída del precio
del barril de petróleo, se antoja punto menos que imposible que los
busca-curules puedan cumplir lo prometido.
Ahora que, si los abanderados se escudan en
ese dicho popular que dice que “el prometer no empobrece”, eso es simple y
sencillamente otro cantar.
En ese contexto, sería más conveniente y
creíble que los “nuevos mesías” no prometan gestionar millonarias partidas
presupuestarias sino que, al menos, oferten que legislarán a favor de que se
mejore la atención médica a los derechohabientes del Instituto Mexicano del
Seguro Social, ISSSTE y Seguro Popular. Responsabilizar y obligar a galenos,
enfermeras y personal administrativo a brindar un trato más amable a quienes
tienen necesidad de acudir a esos centros hospitalarios sería una promesa más
creíble.
Un ejemplo claro de lo antes expuesto se
da en el Hospital General “Doctor Alfredo Pumarejo” que dirige el doctor
ANTONIO ALFARO.
Resulta que día a día aumentan las quejas
en contra del médico residente, especialista en Ginecología y Obstetricia,
CARLOS CEDILLO GARZA.
De acuerdo a datos documentados que se
mantienen en reserva con el objeto de evitar represalias en contra de las
pacientes, la queja recurrente tiene que ver con lo mal preparado
académicamente y mal trato del citado guardián de la salud que ostenta la
cédula profesional 4542786.
Personas inconformes con el citado galeno
aseguran que, a pesar de su especialidad, no es capaz de leer correctamente un
estudio de laboratorio.
Aseguran que no sabe interpretar en un
ultrasonido, por ejemplo, que “12 W”, quiere decir que el embrión tiene 12
semanas de gestación. También, que no conoce el procedimiento administrativo a
seguir cuando el paciente es empleado al servicio del municipio.
Para nadie es un secreto que los servicios
estatales de salud están por los suelos, como consecuencia de la falta de
personal suficiente-ya sea por cuestiones económicas o de inseguridad-, atención
despótica por parte del personal administrativo, y la escasez de medicamentos
en las farmacias oficiales.
Si el recorte presupuestal que se contempla
para el año entrante permite suponer que no habrá incremento de salarios,
contratación de médicos especializados o rellenar el stock de medicamentos, los
candidatos a la diputación federal bien pudieran ofertar que exigirán
legislativamente que, al menos, se mejore el trato y la atención a los derechohabientes.
Quejas derivadas por el mal proceder del
doctor CARLOS CEDILLO GARZA, especialista en Ginecología y Obstetricia en el Hospital Pumarejo, son un ejemplo claro de
lo antes expuesto que bien pudieran tomar aquellos que tienen diez días rasgándose
las vestiduras en busca del voto ciudadano.
Prometer lo que no se va a cumplir, al
final de la jornada, solo alienta el desánimo de los electores y provoca la
pérdida de credibilidad de los políticos y los partidos.
¿O no?
Y hasta la próxima.
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