Por:
Carmen R. Ponce Meléndez
Cimacnoticias
| México, DF.- 03/02/2015
La
Secretaría de Hacienda y Crédito Público recorta en 124 mil 300 millones de
pesos (mdp) el gasto público federal de 2015, lo que representa 0.7 por ciento
del Producto Interno Bruto (PIB). Con esta medida se reduce el crecimiento
económico para este año y la generación de empleos.

La reducción se concentra en un 48.3 por ciento
en Petróleos Mexicanos (Pemex); sigue en orden de importancia la política
social, con 13.2 por ciento (incluye a las secretarías de Educación, Desarrollo
Social y Salud, y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado).
Secretaría de Comunicaciones y Transportes (9.5); Comisión Federal de Electricidad
(8.0), y Seguridad 3.4 por ciento (ver gráfica).
Es muy alta la reducción que tiene la política social frente a la de seguridad,
como si la política social no fuera un componente más en la solución de la
problemática de la seguridad pública.
Atendiendo a la naturaleza del gasto público, la proporción es de 20 por ciento
en servicios personales (sueldos, salarios y prestaciones); gastos de operación
(36.0) y subsidios (44 por ciento). En suma 35.0 en gasto de inversión y 65.0
por ciento en gasto corriente.
Se cancelan los proyectos del tren rápido a Querétaro y del transpeninsular que
uniría Yucatán con Quintana Roo; se afecta al programa de adultos mayores y el
reparto de televisores baja de 13 a 10 millones. Al reducir la inversión física
se impacta negativamente a la industria de la construcción y al empleo que ésta
genera, ya de suyo en crisis.
Los efectos en el empleo son directos e indirectos. Los primeros tienen que ver
con la cancelación de empleos por honorarios y eventuales, o bien de nuevas
posibles contrataciones que se cancelan; los segundos con el impacto que tiene
en la actividad económica una reducción de esta naturaleza, por el efecto
multiplicador del gasto, sobre todo en los proyectos de infraestructura como
los trenes.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, informó que se mantiene la previsión
del crecimiento económico para 2015 en un rango de 3.2 a 4.2 por ciento del
PIB. Sin embargo ya las calificadoras internacionales como Moody’s estiman un
2.5 por ciento.
Seguramente en las próximas semanas se verán nuevas predicciones del PIB a la
baja, tanto nacionales como internacionales.
Con la “ganancia” adicional de que se mantiene (incluso puede mejorar) la
calificación internacional crediticia (capacidad para contratar créditos), a
costa de una mayor pobreza del país. Es la lógica neoliberal, la intención es
darles certidumbre a los mercados financieros, igual ha sucedido y sucede en
Grecia o España.
¿POR QUÉ LA REDUCCIÓN DEL GASTO?
En la explicación de la Secretaría de Hacienda sólo se ponderan los factores
externos: el desplome del precio internacional del petróleo que ha disminuido
60 por ciento y su efecto en la depreciación del peso respecto al dólar; la
volatilidad en los mercados financieros por la posible subida de las tasas de
interés en Estados Unidos y, la disminución en el volumen de exportación del
crudo y en su plataforma de exploración. ¡Vamos! Menos petróleo y cada vez más
barato.
El aumento en las tasas de interés combinado con la baja en el precio del
petróleo reduce considerablemente las posibilidades para obtener más o mejor
financiamiento en los mercados internacionales.
Muchas veces se dijo, y se dijo bien, que la reforma energética tendría como
efecto inmediato abrir un boquete en las finanzas públicas, boquete corregido y
aumentado con este escenario internacional. No hay que perder de vista que los
impuestos sólo representan 20.7 por ciento de los ingresos.
Se anunció que ahora había que “gastar menos y gastar mejor”, ya no habrá
presupuestos inerciales para 2016 y para el futuro; mientras se mantenga la
reforma energética y la política neoliberal se gastará menos, pero quién sabe
si mejor.
Se terminó la fuente de ingresos que representaba la renta petrolera y la
posibilidad de obtener créditos se complica, entre otras razones porque el aval
era justamente el petróleo.
Resulta que los ingresos para el Presupuesto 2015 se estimaron con un precio
promedio de 79 dólares el barril y para enero de este año el precio anda en
39.22 dólares, una diferencia de 49.6 por ciento; en esa misma medida está el
faltante en los ingresos públicos para 2015 y para los próximos años.
Por eso el verdadero problema empieza a partir de 2016, es lo que está detrás
del presupuesto cero propuesto por Hacienda, seguramente ya están en proceso
los precriterios de política económica y para agosto ya deben estar los
anteproyectos de presupuesto, basados en la proyección de ingresos petroleros
de 35 a 40 dólares el barril de petróleo y no de 79 dólares. ¡Vaya diferencia!
Incluso, es posible que después de las elecciones intermedias se anuncie otro
recorte del gasto público. Tampoco está muy lejos la posibilidad de un aumento
en los impuestos, ya se escuchan voces de la Iniciativa Privada (IP) pidiendo
gravámenes para alimentos y medicinas, entre otras razones porque la única
forma de que crezcan los ingresos por estos conceptos (impuestos) es
aumentándolos, ya que la disminución del crecimiento económico trae aparejado
menos captación de impuestos.
De momento la IP y la derecha se concilian con el gobierno, les gustó el
recorte y sus resultados se verán en las elecciones intermedias, también se
complació a Wall Street. Para la ciudadanía de a pie adiós bienestar social,
esta política económica produce una mayor desigualdad con pobreza.
Twitter: @ramonaponce
*Economista especializada en temas de género.
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