-Gana César y pierde Agustín.
-También Cabeza de Vaca y Carlos, Lety y Lázara.
-Como nunca, el PAN cerca de la gubernatura.
PUES sí,
efectivamente, con todo y que el triunfo no fue aplastante, CESAR VERASTEGUI
OSTOS se impuso en la elección interna panista al neolaredense AGUSTIN CHAPA
TORRES. Tal resultado coloca en la presidencia del Comité Directivo Estatal del
PAN al ex alcalde de Xicoténcatl.
Mientras el
ganador logró la mayor captación de votos en la zona centro y sur del estado,
el derrotado se impuso en el norte tamaulipeco.
Pero no tan sólo
VERASTEGUI y CHAPA resultaron ganador y perdedor, respectivamente. Obviamente,
también los padrinos políticos de ambos saborean las mieles de la victoria y
los tragos amargos de la derrota.
Como es de sobra
conocido, el senador de la república y ex alcalde reynosense FRANCISCO JAVIER
GARCIA CABEZA DE VACA es el autor intelectual del triunfo de CESAR. En la
esquina contraria del mismo corte partidista, los esfuerzos de los alcaldes
CARLOS ENRIQUE CANTUROSAS, LETICIA SALAZAR VAZQUEZ y LAZARA NELLY GONZALEZ, de
Nuevo Laredo, Matamoros y Mainero, respectivamente, no fueron suficientes para
hace ganar a AGUSTIN.
En consecuencia,
no es faltar a la verdad al señalar que CABEZA DE VACA se impuso a sus rivales
políticos que gobiernan las ínsulas tamaulipecas antes mencionadas.
Asimismo, no es
necesario subrayar que el legislador en la Cámara Alta en el Congreso de la Unión mantendrá el control
político de las huestes panistas en la esquina noreste del país. También, es
una verdad de a kilo que el resultado que arrojó la elección de la nueva
dirigencia estatal albiazul favorece la aspiración de CABEZA DE VACA de
convertirse en el candidato del PAN a la gubernatura, una vez llegado el
momento de relevar al ingeniero EGIDIO TORRE CANTU.
Por supuesto que
lo anterior no necesariamente debe interpretarse como el descarte definitivo de
CARLOS CANTUROSAS y LETY SALAZAR como aspirantes a la misma estafeta
partidista.
Sin embargo, si
la decisión de la cúpula panista para designar a su abanderado fuera hoy, sin
lugar a dudas que esa responsabilidad recaería en FRANCISCO JAVIER.
Tocará al
legislador y a la nueva dirigencia estatal albiceleste decidir si implementan
la operación cicatriz en cuanto el Comité Ejecutivo Nacional valide la
elección, o bien si deciden enfrentar la contienda por la candidatura a la
gubernatura con los grupos que decidieron el nuevo rumbo del PAN en Tamaulipas.
El poco margen entre el triunfo y de la derrota sugieren la unidad partidista
toda vez que hoy, como nunca, Acción Nacional tiene a tiro de piedra la
probabilidad de protagonizar la primera alternancia política en esta norteña
entidad federativa.
La necesidad del
gobierno del presidente ENRIQUE PEÑA NIETO por retener la gubernatura de Nuevo
León y la mayoría simple en San Lázaro podría convertirse en el detonante para
el cambio de tricolor a azul en Tamaulipas. La relativa poca aportación de
votos en el contexto nacional podría asociarse a una eventual negociación
política de muy alto nivel.
Desde esa
perspectiva, tanto el alto mando tricolor como el gobierno estatal están
obligados a ganar el mayor número de los ocho distritos electorales federales tamaulipecos.
Como es del dominio público, actualmente seis curules panistas y solo dos
priístas forman parte de la LXII Legislatura
en la Cámara Federal
de Diputados.
Un resultado a la
inversa sería muy importante en la elección considerada como “la del presidente
Peña Nieto”, con la cual pretende tener el control absoluto de los tres poderes
del estado mexicano: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
De ahí que se
perciba una alta dosis de confianza en el PRI-Gobierno de Tamaulipas ante la
competencia eleccionaria que se avecina.
En el proceso
electoral de 2016 se da por descontado que la decisión final surgirá en el
Altiplano, aunque, eso sí, con el derecho de veto local.
Y hasta la próxima.
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