MATAMOROS DE AYER Y HOY
Lic. Luis Gerardo González Álvarez
Hola que tal
amables lectores estoy tratando de hacer una cronología de todas las
peripecias, ritos, cábalas y tradiciones para recibir el Año Nuevo.
Pero realmente es un pretexto
para desearles a todos ustedes los mejores parabienes para éste 2015 que está
por iniciar a unos cuantos días, y es que tenemos que tener mucha fortaleza y
nuestras mentes muy positivas para empezar este año, llenos de energías
positivas, y con mucha luz propia que cada uno de nosotros tenemos pero sobre
todo con mucha paz y salud.
Quiero
compartir con ustedes el día de hoy alguna de las tradiciones más acentuadas en
el momento de la tradicional “Cena del Año Nuevo”; así como algunas cábalas que
se relacionan a los colores en la ropa interior en la noche de Fín de Año para
recibir al Año Nuevo.
La primera
tradición es la de tomar las 12 uvas al són de las campanadas del Fín del Año;
encontré algunos datos y ustedes decidan cuales prefieren, la primera dice que
ésta tradición es bastante reciente y su implantación no obedece a razones
culturales o religiosos, sino más bien a
un curioso episodio histórico en el que vieron en peligro los intereses
económicos de los agricultores.
Al parecer, el
origen de esta costumbre supersticiosa se encuentra en la excesiva cosecha de
uvas que se produjo a principios del siglo XX. Debido a ello, a los
cosechadores se les ocurrió deshacerse del excedente de frutas, sugiriendo a la
gente que las tomara al ritmo de las últimas campanadas del año.
Aunque existe
otra más completa, en la que se dice que el origen de la tradición de comer las
uvas tiene un precedente: un bando municipal del alcalde de Madrid, José
Abascal y Carredano, de diciembre de 1882, por el que se imponía una cuota de 1
duro (cinco pesetas) a todos los que quisieran salir a recibir a los Reyes
Magos. Esta tradición servía para ridiculizar a algunos forasteros que llegaban
esos días y a quienes se les hacía creer que había que ir a buscar a los Reyes
Magos la madrugada del 5 de enero. Con este bando José Abascal privó a los
madrileños de la posibilidad de disfrutar de un día de fiesta en donde se
permitiese casi todo. Esto, junto a la costumbre de las familias acomodadas de
tomar uvas y champán en la cena de Nochevieja, provocó que un grupo de
madrileños decidieran ironizar la costumbre burguesa, acudiendo a la Puerta del
Sol a tomar las uvas al son de las campanadas. Estos son los antecedentes que
dieron lugar a esta costumbre.
La tradición
marca tomar las doce uvas a los pies del reloj de la Puerta del Sol, pero esta
tradición provocó tanto interés que ya en 1903 las uvas también se comían en
Tenerife y poco a poco se fue ampliando al resto de España.
Cuenta la tradición de que en el sitio
que ocupará cada comensal, se coloca previamente un pequeño frutero o copa con
12 uvas y de acuerdo con el ritual, se debe comer antes de la media noche, una
uva por cada una de las 12 campanadas del reloj
y pedir un deseo distinto en cada bocado.
A esto le
sumamos repetir en voz alta o mentalmente la frase "Voy a ser feliz este
año" junto a cada una de las doce campanadas, el ritual se nos pone más
interesante.
Idealmente las uvas deben ser
seis verdes y seis moradas. De esta forma, los anhelos, aspiraciones y sueños
se harán una feliz realidad... por lo menos eso dicen las tradiciones.
Las Uvas, simbolizan tus deseos y
proyectos para los 12 meses del año que inicia. Se considera doce uvas por los
meses del año aunque es una cifra cabalística que se remonta a los hebreos
(doce tribus de Israel) y fue adaptada por los cristianos (doce apóstoles).
LA REPRESENTACIÓN DEL AÑO VIEJO
El año viejo
es un monigote que representa básicamente el año que termina, elaborado con
ropa vieja, cartón o papel, relleno de paja o aserrín y con frecuencia con
artefactos pirotécnicos, para ser quemado a la medianoche del 31 de diciembre
en un gran número de países latinoamericanos, desde México hasta Uruguay aunque
la costumbre está más arraigada desde el punto de vista popular en Ecuador.
El ritual se
debe distinguir de la Fiesta del Judas que a pesar de tener características
similares tiene distintas connotaciones y se celebra en algunas regiones de
España y de América latina, al inicio de la semana de pascua o en el domingo de
resurrección.
En México es
muy común la elaboración y quema de efigies del año viejo y de lo negativo
durante el año que termina en estados como Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
En el Distrito Federal se conserva la tradición sobre todo entre los
inmigrantes de los estados mencionados. El ritual puede iniciarse dos o tres
días antes del Año Nuevo cuando el monigote es puesto al frente de la casa con
un recipiente para recabar limosna, que será empleada para comprar cohetes y
golosinas. También se pasea por las calles acompañado de una comparsa compuesta
por una viuda embarazada (que dará a luz al año nuevo), una rumbera y un
pequeño grupo musical.
Y por último
algo que ésta en boga, el de usar ropa interior amarilla, es quizás junto con
las doce uvas, una de las costumbres más populares. El color amarillo busca
atraer las buenas energías para el año entrante. La ropa interior amarilla en la noche de fín de
año, es la indicada para asegurar felicidad, buenos momentos y que no falte la
riqueza.
Y que decir
del calzón rojo o listón rojo que equivale a atraer el amor y la pasión. Ponte
unos calzones rojos o un listón rojo amarrado a la cintura bajo la ropa, para
que el Año Nuevo esté lleno de amor y deseo.
Nuevamente lo mejor para este
2015 en compañía de sus familias y sus seres más queridos. ¡Muchas Felicidades!
Hasta la próxima mi corre es
archivomunicipal@gmail.com
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