DE PRIMERA
LA DAMA DE LA NOTICIA
POR ARABELA GARCIA
UNA MUJER
EXTRAORDINARIA
Una verdadera mujer
que hizo y sigue haciendo historia, una mujer que no requiere de escándalos
políticos ni de espectaculares para que el mundo hable de ella, una mujer que
fue vendida por sus padres de acuerdo a los usos y costumbres de su pueblo,
pero no lo hizo por poder ni por ambición política como sucede en Matamoros en la
historia que muchos conocemos y que estamos viviendo.
Una mujer que se ha
ganado la curul con esfuerzo y con dedicación y que no ha optado por las
plurinominales para poder ayudar a los que menos tienen, una mujer que no se
olvida de sus raíces y que entre más alto vuela, mas recuerda sus orígenes, una
mujer que no conoce la soberbia, ni la maldad porque reconoce que en el pueblo está
el poder.
Una mujer que es
miembro del Partido Acción Nacional y
que no avergüenza a la grey azul porque
sus convicciones son reales. Ella es EUFROSINA CRUZ MENDOZA, una mujer extraordinaria .Consciente desde muy
niña de la realidad que le esperaba, lloró día y noche por dos semanas para
arrebatarle un permiso a su padre para que la dejara estudiar la secundaria con
unos parientes. La única condición fue que no se le ocurriera nunca pedir su
ayuda. Y no lo hizo. Tras diez horas de caminata, llegó al pueblo que sí tiene
servicio de autobús. Y de ahí un largo viaje a casa de unos parientes en
Tehuantepec. Sola enfrentó los dilemas de esa edad. Vendiendo fruta en las
tardes y trabajando con ahínco logró terminar la secundaria y conseguir una
beca para estudiar la preparatoria en la capital. Y luego la carrera, con el
mejor promedio de su graduación. Su circunstancia era extraña: en Oaxaca
capital era discriminada por ser indígena zapoteca. Los compañeros se burlaban
de su acento y de su pobreza. Y en su pueblo los vecinos la marginaban por
tener estudios y aspiraciones propias, lejos del opresivo “nosotros”. Pero no
es todo. Poco a poco, año tras año logra que los jóvenes del pueblo, los que no
han emigrado a California, se relacionen de otra manera con las mujeres. Son
estos jóvenes quienes la postulan para la presidencia municipal, derecho
reservado a los hombres, y son ellos los que se organizan para conseguir su
triunfo.
Tras el despojo, Eufrosina
fundó la asociación civil Quiego, apócope de su pueblo e ingenioso acrónimo de
“queremos unir, integrando por la equidad y género, a Oaxaca”. Sus logros han
sido varios. El único conocido es la reforma de la constitución estatal que
garantiza a las mujeres su derecho a ser elegidas para cualquier cargo, pero
que aún no tiene su correlato jurídico en las leyes de usos y costumbres. Y el
más importante son los talleres que a lo largo de los pueblos indígenas
empiezan a proliferar, espacios donde las mujeres se reúnen a conversar y
descansar, a descubrir sus derechos y que sirven también como refugio ante el
maltrato y como extensión de la escuela. Sin recursos, perseguida por el
gobierno del estado (ha presentado varias denuncias por amenazas y robo que,
obviamente, se extraviaron en algún escritorio público), marginada de los
medios de comunicación, incómoda para la “liga de la virtud” intelectual,
inexistente para la iniciativa privada, la lucha de Eufrosina Cruz Mendoza es
crucial para México
EUFROSINA CRUZ
MENDOZA; cuenta que en más de una ocasión la han cuestionado por haber llegado
al Congreso de la Unión por la vía plurinominal.
“¿Cuántos han
llegado (por esa vía)? ¿Y los indígenas a poco no tenemos derecho de también
tener una plurinominal? Tenemos derecho a tener muchas”, replica la panista.
Pero estos
cuestionamientos por la manera en que accedió al Poder Legislativo, no han sido
los únicos obstáculos a los que se ha enfrentado esta indígena zapoteca.
Para poder formarse
como contadora pública, Eufrosina emigró de su comunidad, Santa María
Quiegolani, Oaxaca, donde la escolaridad femenina no es regla, sino una
excepción.
“Tuve que huir de ese
entorno”, relata.
Pese a las trabas que
enfrentó en su comunidad y en su familia para desarrollarse, la oaxaqueña
confiesa que no responsabiliza de esto a sus padres.
”Nadie les enseñó a
ellos de que su hija mujer vale tan igual como su hijo hombre”, justifica.
Después de obtener su
título, la oaxaqueña volvió a comunidad donde se encontró con que la libertad
que había aprendido en las aulas no era una realidad.
En 2007, Cruz Mendoza
buscó ser alcalde de su municipio, sin embargo, el sistema político de usos y
costumbres local impedía a las mujeres votar o ser votadas.
En los comicios, la
asamblea local invalidó los votos a su favor, por lo que Eufrosina no pudo
convertirse en presidenta municipal.
Tres años después, la
Coalición Unidos por la Paz y el Progreso, conformada por el PAN, PRD, PT y
Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) logró la alternancia en la gubernatura
de Oaxaca con Gabino Cué Monteagudo.
Ese proceso electoral
también llevó a Cruz Mendoza al Congreso oaxaqueño, del cual fue la primera
mujer indígena en presidirlo.
En 2012, esta
indígena zapoteca obtuvo una diputación federal, y desde San Lázaro ha buscado apoyar el tema indígena y el educativo.
“Sin educación
estas comunidades no pueden avanzar, y sin presupuesto pues no va a haber
educación”, explica.
Esta oaxaqueña
comparte que el libro “Yo soy panista” de Juan Rodríguez Prats
influyó en ella para formar parte del PAN, del cual es miembro adherente desde
diciembre de 2010.
Otros de los libros
favoritos de Eufrosina es “Los sueños de mi padre” del presidente
estadounidense Barack Obama.
La panista asegura
que Obama, al igual que Benito Juárez en México, “rompió todos los paradigmas
en su entorno”.
Una historia de
admiración de una mujer que rompió
esquemas para poder llegar al congreso; una mujer que debería estar en la
Revista ALCALDES, aunque EUFROSINA no requiere de ello para ser gobernadora de
Oaxaca, su trabajo político, humano y sencillo avalan cualquier publicidad
manipulada; ojala esto de ser
gobernadora por su estado si se cumpla allá y que en Tamaulipas los vientos nos
traigan mejores expectativas políticas.
Sus batallas en pro de la igualdad de género en su
natal Oaxaca inspiraron un par de largometrajes los cuales fueron expuestos al público
en general en el 201. Mientras la cineasta mexicana Ana Cruz relata en Las
sufragistas la histórica lucha feminista en México, La revolución de los
alcatraces, de Luciana Kaplan, retrata a esta mujer zapoteca en pleno
activismo.
Contada por un sinnúmero de notas periodísticas
mundiales y en el libro de la española Martha Gómez-Rodulfo Alas de maguey, la
ardua lucha de la indígena zapoteca Eufrosina Cruz Mendoza ahora se expone en
dos documentales, de diferente manera: Las sufragistas, de Ana Cruz, y La
revolución de los alcatraces, de Luciana Kaplan.
Sin punto de comparación y es panista también,
ojala y este curriculum sirva para tomarle un poco de lo mucho que esta mujer
indígena nos ensena con su ejemplo .
Sugerencias y comentarios
arabelagarcia01@hotmail.com
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