-También Lety se promociona
en peleas de box.
-Poncho Sánchez olvida
agravio de Erick Silva.
-Flamante líder de la CNOP “rasuraba” despensas.
DEVERAS
que los procesos eleccionarios de 2015 y 2016 están provocando acciones
innovadoras de mercadotecnia y, además, el olvido de viejos agravios derivados
del ejercicio de la función pública.
De entrada, el binomio LETY SALAZAR-LUIS
ALFREDO BIASI, quienes pretenden la gubernatura y la diputación federal,
respectivamente, se están promocionando a través de peleas de box en el
territorio nacional. Mediante el correspondiente pago publicitario, púgiles y
televisoras aceptan el trato mediático permitiendo nombres y apellidos de ambos
en la vestimenta deportiva a la hora de los combates.
Justo es precisar que, además de LETY, los
gobernantes MALOVA y DUARTE hacen lo mismo con fines publicitarios.
Del mismo modo, los ex alcaldes ERICK SILVA
SANTOS y VICTOR ALFONSO SANCHEZ GARZA al menos momentáneamente han olvidado
diferencias surgidas por el manejo presupuestario del erario municipal. SANCHEZ
GARZA denunció públicamente que SILVA SANTOS le heredó millonario adeudo, a
pesar de pertenecer al mismo establo partidista.
Es así como el PAN y el PRI, se preparan
para la competencia electoral que habrá de renovar la Cámara Bajala Unión en 2015, y el relevo
del ingeniero EGIDIO TORRE CANTU en 2016, una vez que concluya su período
constitucional en el Poder Ejecutivo de Tamaulipas.
Mientras la alcaldesa matamorense y el
Secretario de Desarrollo y Bienestar Social aprovechan las sabatinas peleas de box para
promocionarse, los ex presidentes municipales dejan atrás diferencias políticas
en un claro afán de demostrar unidad en torno al Revolucionario Institucional.
Como es evidente, la innovación de técnicas
publicitarias orientadas al posicionamiento entre el electorado es el plan de
trabajo que lleva a cabo el equipo albiceleste, con todo y las opiniones encontradas
que ese plan mediático genera como efecto colateral.
En la esquina contraria, el ex alcalde
SANCHEZ GARZA ha decidido olvidar el difícil escollo económico que tuvo que
sortear durante su trienio para hacer frente al millonario adeudo que heredó de
su antecesor, SILVA SANTOS.
Como es de sobra conocido, el egresado del
Tecnológico de Matamoros aspira a la candidatura tricolor que lo catapulte de
nueva cuenta al palacio legislativo de San Lázaro.
En el caso de la alcaldesa LETICIA SALAZAR
VAZQUEZ y su legítima aspiración para gobernar a los tamaulipecos, además de la
campaña promocional en la función boxística del pasado fin de semana, ha
dispersado en Tamaulipas un par de docenas de espectaculares para promocionar
su imagen plasmada en la revista Alcalde, que la ubica como una gobernante que
ha regresado la tranquilidad a su comunidad.
Algo
muy parecido a lo que su antecesor ALFONSO SANC HEZ GARZA hizo, luego de que
una publicación similar lo ubicó como el mejor alcalde del mundo.
En ambos casos, cierto o falso lo descrito
en el medio de comunicación impreso, de lo que no queda duda es que ambas
publicaciones están encaminadas a la promoción personal con evidente tinte
político.
Que quién paga, eso es harina de otro
costal, aunque, eso sí, el imaginario colectivo tiene su propia y muy lógica
opinión.
Al interior del exinvencible, así como
ERICK y ALFONSO han dejado atrás diferencias políticas en un afán de demostrar
unidad partidista, del mismo modo la militancia tricolor ha colocado en el baúl
del recuerdo el mal manejo de las despensas alimenticias que en su momento
ejerció el flamante dirigente local de la CNOP , PEDRO LUIS CORONADO AYARZAGOITIA.
El notario público de profesión utilizó ese
programa social para llevar agua a su molino, cuando buscaba la estafeta de su
partido para competir por una diputación local en las pasadas elecciones.
La estrategia de “Peluco” consistía en
sacar productos de las despensas oficiales para integrar otras, en un afán de
repartir el mayor número posible que le redituara un mayor capital político.
No obstante, quien manda políticamente en
Tamaulipas consideró que no reunía las condiciones necesarias suficientes para
garantizar el triunfo en las urnas, por lo que su proyecto político se vino
abajo. Sin embargo, la debacle priísta del año pasado prácticamente salvó de la
quema al nuevo líder cenopista.
Y hasta la próxima.
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