Ni modo….a seguir sufriendo
-15 pulgadas de agua en 72 horas
-JAyD y Protección Civil se llevan las palmas
-Planicie y relleno de resacas provocan las inundaciones
COMO suele suceder cuando se presentan
precipitaciones pluviales de gran intensidad, más de 100 colonias en esta
ciudad fronteriza sufrieron las consecuencias de las inundaciones.
Las 15 pulgadas de
agua en 72 horas-números cerrados-que cayeron en la región como consecuencia de
distintos fenómenos meteorológicos trastornaron la vida cotidiana durante el
pasado fin de semana y el inicio de la actual semana laboral.
Nada que no haya
ocurrido en anteriores ocasiones durante la temporada de lluvias y huracanes.
También nada que no hayan enfrentado ayuntamientos surgidos de distintos
partidos políticos.
La planicie que
caracteriza la esquina noreste tamaulipeca y el relleno de las resacas
naturales para alimentar la mancha urbana son los factores que, al conjugarse,
provocan ese tipo de contrariedades cuando se presentan esas contingencias
asociadas con fenómenos climáticos.
La previsión de la
actual administración municipal panista que preside LETICIA SALAZAR VAZQUEZ,
permitió aguantar la embestida de las primeras 10 pulgadas de agua en poco más
de 48 horas. Fue notorio como las zonas que tradicionalmente se inundan,
rápidamente se desaguaron.
La limpieza
oportuna de drenes, alcantarillas y bocas de tormenta permitieron que el agua
acumulada fuera sacada en tiempo record a través de los cauces. Sin embargo, la
tromba del lunes fue superior al esfuerzo que realizó el personal de la Junta de Aguas y Drenaje de
Matamoros y del Departamento de Obras Pública.
La alta humedad de
la tierra y el máximo nivel de los drenes impidieron que las casi 5 pulgadas de
agua que dejó en la región la tromba del pasado lunes se desalojaran con la
prontitud del sábado y del domingo.
Colonias
inundadas, vehículos varados, daños en domicilios fueron, entre otros, los
efectos colaterales que trajo consigo la madre naturaleza.
Para buena fortuna
de los matamorenses y las autoridades locales, la torrencial lluvia cesó justo
a la hora programada para la celebración del tradicional Grito de Independencia
desde el balcón central del edificio de la presidencia municipal.
Con todo y las
calamidades derivadas de las condiciones climáticas, miles de ciudadanos se
dieron cita en el zócalo local para externar su fervor patrio.
Los asistentes
fueron testigos de un evento histórico, toda vez que es la primera vez que una
mujer recuerda a los héroes que nos dieron patria, en la tradicional arenga.
Por supuesto que
es objetivo reconocer la labor del personal de la JAyD al mando del gerente
GUILLERMO NIEVES y de los elementos de Protección Civil que comanda HUMBERTO GARCIA
GONZALEZ.
Obviamente, en el
entendido de que la labor es la que humanamente se pudo realizar para
contrarrestar los efectos derivados de los fenómenos meteorológicos que se
presentaron.
Por cierto, por la
misma razón, la capital tamaulipeca también sufrió las consecuencias de las
intensas lluvias que se dejaron sentir en la región centro de la entidad. Del
mismo modo, los habitantes en la
Sultana del Norte tampoco escaparon a los daños colaterales
ocasionados por las condiciones climáticas.
Aunque, eso sí, no
se debe pasar por alto que así como abundantes precipitaciones pluviales
ocasionan daños severos en las zonas urbanas, también dejan múltiples
beneficios en los campos agrícolas y ganaderos.
Presas, represas,
acequias y aguajes en la región noreste del país registran niveles bastante
benéficos que aseguran el abastecimiento del vital líquido en los asentamientos
humanos y la labor de riego en las superficies agrícolas.
En la Laguna Madre , por ejemplo, los
pescadores que tienen su sustento en esa actividad productiva resultaron
ampliamente beneficiados con los grandes volúmenes de agua que terminaron en
ese vaso lacustre.
Ahora que, en el
caso de la ciudad de Matamoros, sus habitantes habrán seguir sufriendo las
consecuencias en cada temporada de lluvias, recriminando a quienes permitieron
que las resacas naturales que impedirían las inundaciones fueran rellenadas y
convertidas en áreas urbanas.
Ni hablar.
Y hasta la
próxima.
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