Inmobiliaria ejidal a un año de su constitución
cumple su cometido
Por:Lidia Rita Bonilla Delgado
URBE INDUSTRIAL.- De las tres
mil 200 hectáreas que conformaban el ejido Villas de Altamira, un gran
porcentaje ha sido absorbido por la
mancha urbana, al ser habitada paulatinamente
la mayor parte de manera irregular, asentándose en él un promedio de 64
colonias, mismas que se busca legalizar a través de del Instituto Tamaulipeco
de Vivienda y Urbanismo (ITAVU).

Lo anterior fue manifestado por el presidente del
comisariado ejidal Arcadio Rivera
Torres, quien explica que las miles de familias
avecindadas en las tierras
ejidales no cuenta con escrituras, que legitimen su patrimonio; solamente cuentan
con cartas de posesión, documento que no
avala de manera legal y concreta la
posesión de la tierra.
“Tras la constitución y el registro legal de la
inmobiliaria del ejido Villas de Altamira, ante las diferentes cámaras, en
Relaciones Exteriores, se llevó a cabo la firma del convenio con el ITAVU, que va a ser el instituto que se va a encargar de la
escrituración de los predios de 64 colonias”, refiere.
Apunta el también presidente de la Inmobiliaria, que
como resultado del convenio se genero gran actividad para legitimizar los 10
polígonos susceptibles de escrituración
generando mucho trabajo topográfico de campo para que quedaran debidamente inscritos
en el Registro Público de la Propiedad las 64 colonias, conformando al final de 60
polígonos.
El trabajo incluye – refiere- la delimitación de los
derechos de vías de Pemex, así como los de la CFE, por donde atraviesan las
líneas de alta tensión, así como de las escuelas que quedaron fuera de la negoción.
Rivera Torres estima que la entrega de las primeras
dos mil escrituras de los más de 44 mil lotes podría ser a finales del mes de
marzo como lo tiene previsto el ITAVU, o a más tardar los primeros días del mes
de abril.
Esgrime como argumento que la inmobiliaria es el
instrumento creado para venderle al ITAVU y éste a su vez al avecindado y sirve para la indemnización inmediata de los
parceleros que eran los legítimos dueños de los predios; ya que de otra manera
tendrían que esperarse más de 30 años, de hacerse por decreto, con lo que ellos
reciben el beneficio de acuerdo al cumplimiento que el instituto ha hecho con
el ejido.
Deja en claro que los derechos agrarios de los
ejidatarios no prescriben con la venta de sus parcelas, ya que el ejido tiene
áreas comunales de las que les corresponde un porcentaje.
Por último, deja en claro que se requiere entre
otra documentación la actualización
de las cartas de posesión para llevar al
cabo el trámite de regularización que ejecutará el ITAVU
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