Por:Javier Rodríguez Alcalá.
El 2014 con el pie izquierdo.
“Mal empieza la semana aquel que se muere en
Domingo”, dice un dicho popular, y pareciera que eso nos pasara a los
mexicanos, y por ende a los tamaulipecos.
Recién termina el 2013, y de alguna manera
psicológicamente estábamos preparados para enfrentar la llamada cuesta de
Enero, la cual se esperaba se prolongara por lo menos hasta Febrero, pero
resulta que el panorama es más negro; creo que llegaremos a Mayo y ni los 40
grados de temperatura nos calentará lo suficiente.
Pues apenas (como decimos acá) amaneció Dios
con el primer día de este año, y nos sorprendió el incremento a la gasolina, el
cual pasó de los once centavos habituales, a los 19 centavos, además del
incremento al diesel.
Pero con este aumento llegó también el del
gas butano y carburante, y parecía que ahí “pararía la cosa”, pero no, resulta
que también se incrementó la tarifa del agua, por lo menos en esta capital.
Un usuario que platicó con su servidor,
ejemplificó su caso, el cual dijo pagaba el gasto mínimo que era de casi 59
pesos mensuales, y el recibo de este mes le llegó por 82 pesos.
Bueno, pues las sorpresas no pararon ahí,
porque al acudir al centro comercial, encontramos que algunos productos, que no
son pocos, se reetiquetaron porque la reforma fiscal contempló un incremento en
su impuesto.
En este caso, los que más están resintiendo
son los residentes de la frontera norte del país, y por supuesto que ello
alcanzó también a los Tamaulipecos, pues de un once por ciento que pagaban del
Impuesto al Valor Agregado (IVA), pasaron a pagar un 16 por ciento.
Y el desencanto no termina ahí, ya que el
transporte foráneo también registró un incremento, y de ello dan cuenta los usuarios que en su
mayor parte empujados por las cuestiones de inseguridad que ahora mismo
vivimos, prefirieron viajar en autobús.
Podríamos pensar que quizás ya con todo este
“rosario” de incrementos vamos a concluir el presente año, pero
desafortunadamente hay indicios de que otros productos y servicios puedan ser
susceptibles de registrar un incremento, como podría ser la tortilla, y el
transporte urbano.
Ahora mismo hay declaraciones de los líderes
de algunas rutas en esta Ciudad Capital que aseguran no han pensado en ello,
pero es casi seguro que a la vuelta de algunas semanas, sino es que días,
alguno de ellos alzará la voz para exigir una revisión a las tarifas,
argumentando, claro, el incremento a los combustibles y refacciones, y ni modo
de decir que no tendrían razón.
En este caso, solo esperemos que el gobierno
no sea tan generoso como en el incremento que autorizó hace algunos meses, en
donde el concesionario le pedía autorizar una tarifa de siete pesos con
cincuenta centavos, y los próceres encargados de velar por nuestros intereses
autorizaron ocho pesos.
Y ni modo que falte a la verdad, ahí están
los archivos de la prensa escrita en donde los líderes se dijeron asombrados de
que les autorizaran un incremento superior al solicitado.
Aunque también habrá que abonarle a los
próceres del gobierno, que se justificaron argumentando que con ello se
obligaba a los concesionarios a renovar sus unidades o repotenciarlas, lo que
hasta ahora no se ha logrado. ni siquiera lograron que los choferes se
uniformaran.
En fin, habrá que esperar el aumento a la
tarifa de los micros y al precio de las tortillas, pues solo será cosa de
tiempo.
En resumen, según los que saben de los
asuntos económicos, empezamos el año 2014 con una pérdida en el poder
adquisitivo de un Diez por ciento.
¿Cuando tendremos elecciones de nuevo?
Comentarios y sugerencias.
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