Observado.
· El gobierno de Tamaulipas practica el agio.
·
La promesa de cumplir con la ley.
·
Un diputado federal que transita entre la
ignominia y la avaricia.
El gobierno de Tamaulipas practica el
agio.
Realmente
causa indignación la conducta observada por el actual gobierno de Tamaulipas.
Por
un lado se acoge al beneficio de la condonación de lo no entregado a la
federación del impuesto por concepto de ISR y después de no cumplir con la ley,
declara estar satisfecho.
Pero,
para que su satisfacción sea completa, dicho gobierno ladrón y usurero, que se
queda con lo que no es de él, ya que dicho impuesto sobre la renta o del
trabajo, si se los descontó a los trabajadores.
Y
en esa actitud delictiva, sin ningún sonrojo, a quienes pagamos impuestos, no
nos descuenta nada, su avaricia es tal que hasta impuestos que se declararon
fondo perdido como el de la tenencia de 2º11, los siguen cobrando y con
intereses, recargos y gastos de ejecución.
El
cinismo del actual gobierno no tiene límites, su afán por enriquecerse llega
hasta los límites del agio, cobra intereses más alto que sus homólogos los
banqueros, en los conceptos de impuestos no pagados.
Ojalá
que el gobierno federal que dice estar practicando una depuración de los malos
funcionarios llame a cuentas a Egidio Torre Cantú y su compinche Alfredo
González, quien se ha enriquecido con el dinero de los pobres, y a quien sus
lagrimas por los injustos cobros no logran conmover. Quiere dinero, sabe que le
dieron la oportunidad d enriquecerse y lo ha logrado. ¡Miserables!
¿Llegará
la justicia hasta ellos?
¿Y
nuestros legisladores locales, seguirán permitiendo tanta injusticia de esos
individuos que dicen representar al gobierno estatal?
Dichos
sujetos han desplegado una pandilla de individuos a los que apodan Jefes de las
Oficinas Fiscales, verderos rufianes que sin ningún pudor amenazan a los
contribuyentes que paguen sus impuestos, omitiendo enterarse las condiciones en
que muchos ciudadanos se encuentran, a ellos no les importa si no tienen para
comer, ellos quieren dinero.
Un
prototipo de la inconsciencia lo es Alfonso Guzmán Guerra en Matamoros, que
sólo abre la boca para enrarecer el ambiente, el tufo que despide es el de un
sátrapa en busca de víctimas. Difícilmente lo encuentra usted en la oficina que
dicen es la que debería ocupar. Cobra pero no trabaja.
En
diversas ocasiones le hemos preguntado, ¿Cuándo se invertirán los dinero de los
impuestos recaudados por esa cueva de Alí Babá? Jamás ha contestado. La
pregunta obligada es ¿Para qué quieren tanto dinero, si ni siquiera una
banqueta han hecho. ¿Todavía no llenan de esquilmar al pueblo?
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La
promesa de cumplir con la ley.
La
alcaldesa de Matamoros al tomar posesión del cargo prometió cumplir y hacer
cumplir la ley, sin embargo nada de eso
ha sucedido.
La
inseguridad en el municipio sigue siendo un flagelo. Las acciones de sus
colaboradores siguen siendo nulas, hay ineficiencia, ineptitud en muchos casos
e indolencia en otros. ¿Eso es cumplir con la ley?
No
se ha pavimentado una sola calle. No ha habido introducción de agua potable o
drenaje a ningún asentamiento humano en los tres meses de pésima actuación.
Mucho menos se ha electrificado ninguna colonia de las que carecen ese servicio.
El
desempeño de los funcionarios municipales fluctúa entre pésimo hasta
inexistente, un secretario del ayuntamiento que no tiene una relación acorde a
la función del cuerpo edilicio, es peor que inútil.
Un
oficial mayor, que brilla por su ausencia en el control del personal tanto de
confianza como sindicalizado, muestra que la alcaldesa no tienen apoyo alguno.
El
gerente de la Junta de Aguas y Drenaje al margen de la ley. ¿No que iba a
cumplir con la ley? Aparte de ser ignorante de las cuestiones del organismo
operador del agua, es ignorante de las acciones que realizan sus subalternos.
La corrupción, pero ahora de la nueva clase política, constituye el distintivo
mayor de esta administración. ¿Y el cumplimiento de la ley?
Los
asesores, le venden futuro, la han encuerdado de que puede ser candidata a la
gubernatura del estado, cuando ni siquiera ha entendido como fue Gustavo
Madero, el jefe político del PAN nacional consiguió la alcaldía. Ella sabe y
sabe bien que no fue un triunfo electoral, sino una negociación política.
Entonces
no debe desperdiciar el tiempo en sueños que no son respaldados por un actuar
responsable. Para aspirar a un cargo de esa naturaleza primero debe probar que
puede con la alcaldía, hecho este que está muy lejos de suceder.
Quizás
lo único que la identifica con el actual gobernante tamaulipeco, es la suerte.
A él, el asesinato de su hermano y a ella el famoso Pacto por México. Simple
suerte, pero de eso ha pensar en ganar legalmente una elección, hay una
distancia como de aquí a Burgos.
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Un
diputado federal que transita entre la ignominia y la avaricia.
Y
para muestra de lo que señalamos, vea usted estimado lector las cosas
objetivamente. El caso del diputado federal Carlos Alberto García González, un
individuo que no vie en Matamoros, que dice aspirar a la alcaldía después de la
chiripa de esta ocasión.
Según
su percepción coloca a su esposa en una secretaría de mayúscula importancia
para el buen ejercicio gubernamental. Lamentablemente su ignorancia en
cuestiones de administración pública es mayúscula, Ivette Bermejo Vázquez, no
sabe ni cuantas escuelas hay en Matamoros, ignora las acciones de los grupos
cultuales y por supuesto mucho menos conoce de las actividades deportivas.
Su
precaria formación intelectual, aunque presuma la existencia de títulos
académicos, la realidad es que su última visita a Santo Domingo, la equipó de
suficiente material para presumir conocimientos de cómo quebrar el negocio de
su suegro.
Ha
sido tan intensa la quiebra, que su marido lleva dos legislaturas queriendo
convencer a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de que lo exoneren de
la defraudación fiscal en que incurrió, por supuesto su nuera presume de ser
Contadora Pública.
¿Dónde
quedó la eficiencia contable?
¿Y
ese individuo –Carlos García González – es el que quiere suceder a la actual
alcaldesa? Imagínese usted.
¿Podrá
Ivette operar la estructura magisterial de Matamoros? Observe usted, el trienio
pasado había 3300 beneficiarios de becas escolares. Hoy apenas llegan a 870. ¿Qué sucede? Que las familias
matamorenses no tienen confianza en Ivette. La ven como una extraña, ajena a su
acontecer y no se acercan a la dependencia.
Cualquier
otra persona con un poquito de vergüenza ya se hubiera ido, pero ella no.
¿Tendrá mucha necesidad económica?
No
lo creemos, su esposo negoció su voto de la Reforma Energética a cambio de
limpiar los adeudos de su padre, ya puede respirar tranquilo.
·
Observado.
Entre
el rídiculo y el absurdo la declaración de Roberto Campa Cifrián, de que
Tamaulipas ha avanzado en seguridad. Sería bueno que se diera una vueltecita
por cualquiera de las carreteras de la entidad.
Su
declaración es una burla a lo que los tamaulipecos anhelamos.
¿A
qué se dedica el Departamento de Control Ambiental? Por toda la ciudad se
observa la quema de llantas y otros materiales. De verdad quieren cumplir con
la ley?
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