Por Mario A. Díaz
INDISCUTIBLEMENTE,
la reforma hacendaria propuesta por el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO y aprobada
en el Congreso de la Unión
habrá de incidir de manera directa en el proceso electoral federal de 2,015.
Desde esa
perspectiva, los candidatos que postule el Partido Revolucionario Institucional
prácticamente remarán contra corriente en su intento por convencer a los
ciudadanos con credencial de elector.
Los ajustes en la
llamada miscelánea fiscal, pero sobretodo la homologación del Impuesto al Valor
Agregado serán estandartes de los abanderados panistas y escollos para quienes
portarán la estafeta tricolor.
La prueba de fuego
será durante las votaciones para la renovación de los legisladores de la Cámara Federal de Diputados.
Justo en 2,015,
ENRIQUE PEÑA NIETO habrá de enfrentar su primer reto electoral, al tiempo que
evaluará los efectos de las reformas constitucionales en materia educativa,
energética y hacendaria.
Por lo pronto,
quienes enfrentan las críticas del imaginario colectivo son los diputados y
senadores priístas, principalmente, de la LXVII Legislatura Federal.
Maestros
inconformes con los cambios constitucionales en el renglón educativo,
contribuyentes molestos con la miscelánea fiscal de la reforma hacendaria,
automovilistas que no están de acuerdo con los incrementos mensuales a la
gasolina son, entre otros, motivos de decepción ciudadana con el gobierno de
PEÑA NIETO.
Además, si se
agrega la continuidad de la inseguridad en la mayor parte del territorio
nacional ante la incapacidad del gobierno federal para someter al crimen
organizado, la situación no será nada fácil para los candidatos que elija el
partido en el poder en la renovación de la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
En Tamaulipas,
por ejemplo, se antoja harto difícil-más no imposible, que conste-que el PRI
logre recuperar las seis curules en San Lázaro, perdidas en el proceso
electoral de 2,012.
Tomando la
delantera, la causa albiazul en la esquina noreste del país ha intensificado
una campaña tendiente a criticar a los legisladores federales tricolores por
haber votado a favor de la reforma hacendaria que, a su juicio, afecta la
economía de las clases media y baja.
Exhiben al senador
MANUEL CAVAZOS LERMA y a los diputados MARCO ANTONIO BERNAL GUTIERREZ, PATRICIA
ARAUJO DE LA TORRE
y AMIRA GOMEZ TUEME por haberse sumado a la reforma hacendaria propuesta por el
Jefe del Ejecutivo Federal.
En cambio, colocan
en lugar preponderante como defensores de las causas populares al senador
panista FRANCISCO JAVIER GARCIA CABEZA DE VACA y a los legisladores federales
albicelestes CARLOS ALBERTO GARCIA GONZALEZ, RAMON ANTONIO SAMPAYO ORTIZ y
MARIA ESTHER DOMINGUEZ.
Por supuesto que se
trata de una postura mediática con fines políticos, aunque, eso sí, apuntalada
en lo que se considera una agresión a la economía familiar y a los contribuyentes
cautivos. Tampoco es del todo objetiva, considerando que legisladores panistas han asumido una postura
totalmente contraria a la que asumieron con las iniciativas enviadas al
Congreso de la Unión
por el entonces presidente de México, FELIPE CALDERON HINOJOSA.
Sea como fuere,
lo cierto es que las reformas constitucionales propuestas por ENRIQUE PEÑA
NIETO no han logrado convencer del todo a sus representados, sin que eso quiera
decir que en la práctica no arrojen resultados benéficos para todos los
mexicanos.
Lo malo del caso,
para el PRI, por supuesto, es que si no logra alzarse con la victoria en las
próximas elecciones federales, la situación se complicará una vez que llegue el
momento de la renovación de los poderes constitucionales de Tamaulipas.
Y hasta la
próxima.
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