Por Mario A. Díaz
MAL y de malas
siguen las cosas al interior del Partido Revolucionario Institucional, cuyos
dirigentes y militantes aún no se reponen de la derrota electoral del pasado 7
de julio.
La situación se
agravó como consecuencia de la designación en la actual administración
municipal del activista tricolor CHRISTIAN GUERRA LIZALDE como director de la Unidad Deportiva “Eduardo
Chávez”.
GUERRA LIZALDE
forma parte del organigrama del Comité Municipal del PRI como director de
Relaciones Públicas, cargo al que llegó dada su cercanía personal con el
presidente de ese organismo político, GUADALUPE REYES PEREZ.
El gobierno
incluyente de LETICIA SALAZAR VAZQUEZ ha provocado, como efecto colateral, una
nueva escisión en la estructura tricolor
Militantes
priístas de hueso colorado critican la decisión de CHRISTIAN GUERRA, a quien
califican como traidor a su instituto político y a su líder partidista.
Obviamente, el
tema ha polarizado a los priístas. Por un lado, hay quienes consideran que la
inclusión de éste en el gabinete de LETY obedece a que en el blanquiazul no hay
suficientes personas con capacidad para llevar esa responsabilidad. Por otro,
también sobran las opiniones en el sentido de que primero debió haber
consultado con su Partido la decisión a tomar, antes de aceptar la invitación
del ayuntamiento albiceleste.
Lógicamente, el
dirigente local tricolor se ha sumado a la inconformidad tras considerar que
debe mantenerse a toda costa la unidad priísta y no prestarse a acciones que
coadyuven a la división interna.
Lo que más molesta
a REYES PEREZ y a un sector importante de la militancia es que GUERRA LIZALDE
se desempeñó como hombre de todas las confianzas del líder y de la estructura
política.
Justo ahí, los
priístas más recalcitrantes sospechan que en la fuga de información que se
generó antes y durante el proceso electoral de julio pasado, mucho tuvo que ver
el ahora nuevo funcionario panista.
La versión más
recurrente es que el todavía director de Relaciones Públicas del PRI se prestó
a la componenda y que ahora está recibiendo el premio a su importante
colaboración.
En consecuencia,
los priístas inconformes solicitarán su expulsión de la base al considerar que
traicionó la causa y principios del Revolucionario Institucional.
Líderes de
colonias dan por hecho que información filtrada por CHRISTIAN GUERRA permitió a
los operadores del Partido Acción Nacional tener en sus manos la relación
completa de presidentes de colonias, domicilios y números telefónicos.
Por cierto, otro
caso que causó inconformidad entre la militancia tricolor fue la designación de
OSCAR DELGADO RODRIGUEZ como encargado de despacho de la administración de la
playa Bagdad.
El ahora ex
administrador del máximo paseo turístico matamorense se desempeñó como tal
hasta el primer Miércoles Ciudadano del trienio de LETICIA SALAZAR, fecha en
que le dieron las gracias por su colaboración.
Otro ex
funcionario que perteneció al gabinete del ingeniero ALFONSO SANCHEZ GARZA,
FELIPE CARDENAS GONZALEZ, mostró su contrariedad y solicitó que DELGADO
RODRIGUEZ fuera puesto a disposición de la Comisión de Honor y Justicia del Comité Municipal
del PRI.
Como es evidente,
el gobierno incluyente de la primera alcaldesa en esta ciudad fronteriza
comienza desestabilizar a la estructura tricolor, lo mismo con nombramientos
que con el desmantelamiento de la red política incrustada en la nómina
municipal.
Por el contrario, lejos
de asumir una actitud que les permita recuperar el terreno electoral perdido,
los priístas locales se encuentran enfrascados en diferencias internas,
mientras los panistas se preparan desde ahora para la batalla eleccionaria
federal de 2,015.
Ni hablar.
Y hasta la
próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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