Por
José de la Paz Bermúdez Valdés
*
Del asombro al desencanto.
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Reflexionar no es hablar mal del gobierno estatal.
* De continuar Leticia Salazar por esa ruta, puede no
terminar el mandato.
* Observado
Del asombro al desencanto.
Hace algunos años cuando llegó por primera
vez al poder municipal de Matamoros, Sergio Martínez Calderoni, los medios de
comunicación, por supuesto los que no estaban comprados por el gobierno
municipal, desataron una campaña en su contra, el periodista Rubén Herrera, a
quién apodan el "Vaquero" lo bautizó como "Mister Checo"
La razón principal para dicho calificativo
es que Sergio nació en Brownsville, Texas. Fue acremente insultado durante todo
su período gubernamental.
Más tarde arribó al gobierno municipal
Baltazar Hinojosa Ochoa "El pocho" que era conocido por los jóvenes
de la colonia Jardín como el "Bache". La denominación de
"pocho" obedeció a que igual que Sergio, nació en los Estados Unidos.
Desarrolló un triste papel, no tan sólo por
esa circunstancia sino por sus tendencia homosexuales, que fueron ventiladas
públicamente. Además su proclividad por la bebida alcohólica lo hizo víctima de
muchos más motes.
Hoy los distintos medios de comunicación y
las páginas de face book dan cuenta del lugar donde vive Carlos Alberto García
González, quien es diputado federal por el distrito de Matamoros. Las redes
sociales denuncian que nunca ha vivido en Matamoros.
Y, que grave situación. ¿Cómo puede un
individuo que no vive en un distrito luchar por la población? Esto debería ser sancionado por las
autoridades electorales. ¿Cómo fue que acreditó su residencia en Matamoros? Por
supuesto mintió, desde ahí, las cosas andan mal.
Para colmo de males, impone en la
administración municipal a su esposa. Ordena que la designen secretaria de
educación cultura y deporte. Por supuesto tampoco vive en Matamoros. Desde
luego, tampoco conoce de la función administrativa de dicha dependencia.
¿Cuáles son los planes y proyectos en las
distintas áreas que integran dicha secretaría? Hasta ahora, nadie sabe de
planeación, de instrumentación de acciones en la materia.
¿Carlo, pensará algún día vivir en
Matamoros? Recuerden estimados lectores que aspira a ser el sucesor de Leticia.
Para algunos causó asombro enterarse que
el diputado federal no vive y nunca ha vivido en Matamoros, para otros les
produjo un fuerte desencanto. Estaban ilusionados con Carlos, a quien en su
famiia le dicen Charly.
* Reflexionar no es hablar mal del gobierno estatal.
Así como señalamos estas cuestiones de los
personajes de Acción Nacional, denunciamos la ausencia de voluntad política por
parte del gobernador del estado.
Claro, esto origina que algunos editores de
periódico no publiquen esta columna, temen al recorte de los apoyos que el
gobierno del estado otorga por callar lo que sucede en Tamaulipas. La docilidad
es importante.
Pero la realidad es que se observa una
ausencia de sensibilidad política por parte del gobernante estatal. Hay
ausencia de liderazgo. El enfoque que se le da a las acciones de Egido Torre es
el de la recaudación. Les preocupa exprimir a los tamaulipecos. Sólo se está en
el gobierno una vez.
Todo parece indicar que esa ausencia de
decisión en las cuestiones políticas obedecen más a la formación del titular
del poder ejecutivo. Siempre ha entrado por la puerta de atrás en los distintos
cargos que ha ocupado.
Y eso, a los tamaulipecos nos cuesta muy
caro. La política estatal se centra en el bienestar de una cuantas familias que
reciben todos los beneficios económicos que el poder público otorga. Y por
supuesto son familias ligadas con el
gobernante, una por lazos de consanguinidad y otras por afinidad en los
negocios que desarrollan al amparo del poder estatal.
De continuar esa conducta el próximo sexenio
se vestirá de azul.
Hasta ahora la calse política de Tamaulipas
no ha reaccionado, ven hundirse la nave y nadie quiere iniciar las acciones.
Siguen la misma partitura.
*
De continuar Leticia Salazar por esa ruta, puede no terminar el mandato.
Por lo que
corresponde a Matamoros las cuestiones de índole política paulatinamente se van
crispando.
Urgía un
saneamiento en la administración pública. Pero se está rayando en el insulto.
Por un lado
se informa a la ciudadanía que deben ser despedidos funcionarios y trabajadores
para aligerar la carga del gasto corriente y por la otra se realizan ingresos
de amigos de parranda, de personas desvinculadas con la administración pública
en unos casos e inelegibles en otros.
Los negocios
de familia están a la orden del día. El padre de la alcaldesa invade la Junta
de Aguas con maquinaria de su propiedad, asume funciones de auditor autorizando
a los proveedores de materiales a la presidencia y comparte acciones con su
yerno Gerardo, a quien lo lleva como socio en diversas operaciones de obra
pública.
La supuesta
transparencia de recursos sigue en lo más profundo de las intenciones.
No hay
información de cuánto se recauda por concepto de multas de tránsito local,
cuánto ingresa al municipio por uso de gruas que diariamente violentando los
derechos de muchos ciudadanos recogen y son trasladados al corralón.
Nadie sabe
cuánto ingresa por multas aplicadas en las barandillas de la policía. Como
tampoco nadie sabe a cuanto asciende el ingreso del cobro por anuncios
comerciales. Cobro injusto e ilegal.
En fin, no
hay transparencia.
Por otro
lado se han tomado decisiones equivocadas que han originado serias fricciones
con diversos actores de la sociedad. El desgaste a que se ha sometido la
administración pública ha sido muy alto, urge evitar confrontaciones, gobernar
no significa combatir a las ideologías contrarias.
La contienda
electoral concluyó, debe prevalecer el deseo de conciliar y armonizar las
diversas fuerzas políticas. Deslegitimarlas no produce ningún beneficio.
Debe
arribar a la administración pública municipal profesionistas que entiendan la dinámica de los diveros
cargos públicos, no lo amigos, no los compromisos familiares ni los pagos de
facturas.
*
Observado
El arribo de Alejandro Valladares
generó expectativas de mejoramiento en la administración pública municipal,
pero paulatinamente su luminaria se va eclipsando.
Tal vez tiene poco margen de maniobra
o tal vez como dice la canción de Alicia Villareal "Le quedó grande la
yegua". Juzgue usted.
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