COLUMNA PALACIO
Por Mario A. Díaz
CUANDO la alcaldesa LETICIA SALAZAR
VAZQUEZ leyó la cartilla-coloquialmente hablando- a los elementos de la Policía Preventiva
y Tránsito Local, lógicamente el extrañamiento sorprendió a más de uno.
Primero, porque, al menos en el pasado
incompleto trienio, el gobernante en turno no tocó ni con el pétalo de una rosa
ni a los genízaros ni a los policías viales y, segundo, porque éstos hicieron
lo que quisieron con los ciudadanos de buen vivir.
Es decir, prácticamente el ex Jefe de la Comuna, ALFONSO SANCHEZ
GARZA ejerció su mandato constitucional sin hacer valer su autoridad en ambas
corporaciones.
En consecuencia, para nadie es
desconocida la forma artera en que los agentes de tránsito local atracaban a
los automovilistas con el pretexto de violar la normatividad vial.
Qué tan fuertes no serían los
intereses creados, que ni síndicos ni regidores ni otros funcionarios de primer
nivel de la pasada administración municipal estuvieron en condiciones de
liberar alguna sanción administrativa o reclamar algún automóvil del corralón
de tránsito local, en atención a un favor ciudadano.
Es por ello que causó expectación el
anuncio de LETICIA en el sentido de que ya no se tolerarán abusos en contra de
los ciudadanos de buen vivir y que ya no habrá más dinero en los bolsillos de
los agentes ni de otras personas.
Será por demás interesante conocer la
reacción los encargados de hace cumplir el reglamento de tránsito local,
quienes durante dos años y nueve meses asediaron a los automovilistas, sobre
todo a aquellos que se dirigían hacia o desde sus fuentes de trabajo.
De lo que no queda ninguna duda es que
la aseveración y extrañamiento de la primera mujer alcaldesa en Matamoros
provocó grata reacción entre la sociedad.
Donde la flamante Primera Autoridad
prefirió guardar prudente silencio es en el tema relacionado con la desgastada
infraestructura en la playa Bagdad.
Tras recorrer el balneario, el pasado
sábado, constató los daños ocasionados en las instalaciones del máximo paseo
turístico local. La concha acústica y el edificio de seguridad pública, por
ejemplo, presentan daños severos derivados de una mala calidad de materiales y
la falta de mantenimiento.
OSCAR RODRIGUEZ, encargado del
despacho de la administración de la playa Bagdad, sudó la gota gorda a la hora
de explicar a la alcaldesa, síndicos y regidores el motivo del desgaste de la
infraestructura.
El citado funcionario intentó por
todos los medios justificar a su ex jefe ALFONSO SANCHEZ GARZA,
responsabilizando del abandono a los alcaldes BALTAZAR HINOJOSA OCHOA y ERICK
SILVA SANTOS.
Cabe señalar que fue al final del
trienio que presidió SILVA SANTOS cuando se construyó con recursos federales el
edificio que cobijaría a las autoridades policiales en aquel destino turístico.
La obra, como es del dominio público, esta convertida en un “elefante blanco”.
Ni hablar.
Y hasta la
próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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