H, Matamoros, Tamaulipas:

¿De qué se trata?


PALACIO

Por Mario A. Díaz


COMO era de esperarse, la reunión en un lugar público entre el gobernador EGIDIO TORRE CANTU y el exmandatario estatal EUGENIO HERNANDEZ FLORES ha desatado una serie de especulaciones y lecturas políticas.

El compartir alimentos y bebidas en el restaurante “Las Gambas” de ciudad Victoria no tendría nada de extraño en cualquier persona interesada en degustar la gastronomía italiana. Sin embargo, la presencia de TORRE CANTU y HERNANDEZ FLORES, cambia totalmente la perspectiva.
  
A casi tres años de asumir el poder ejecutivo en Tamaulipas y a escasos días de rendir su Tercer Informe de Gobierno, el jefe político en la entidad no había aparecido en público con el ahora avecindado en Playa del Carmen.
    
Cierto es que amistad de muchos años e intereses personales y políticos unen a tan singulares victorenses. No obstante, que la reunión se haya pactado en ese restaurante de postín en la capital cueruda, lógicamente no es producto de la casualidad.
   
Si bien le asiste la razón a quien manda políticamente en Tamaulipas cuando reconoce la amistad que le une al ex gobernante ojiverde, también es una verdad de a kilo que en condiciones normales la reunión hubiese sido en Casa de Gobierno.
   
Enterados de la agenda de EGIDIO TORRE aseguran que ya anteriormente ambos tamaulipecos habían intercambiado impresiones en un restaurante del Distrito Federal, lo que, a decir verdad, no tendría nada de raro.
   
 En consecuencia, analistas y politólogos se esmeran en descifrar el mensaje y traducir lo que TORRE CANTU trata de decir o hacer notar.
   
Máxime, si se toma en cuenta que durante los días posteriores a la transición del poder constitucional, la relación entre ambos no era precisamente a la que hoy se pretende ensalzar.
   
Una lectura obligada tiene dos vertientes: una, que el gobernador EGIDIO TORRE CANTU pretende reforzar su capital político, justo a mitad de su sexenio y, otra, que EUGENIO HERNANDEZ FLORES requiere del manto protector del mandatario para regresar al terruño, con todo y un nuevo estado civil.
   
Respecto a la primera, sobran quienes opinan que flaco favor le haría el exgobernante al actual guía político cuerudo, merced del saqueo despiadado de las arcas tamaulipecas.
   
Desplazarse confiadamente sin despertar celo político sería el objetivo de la segunda, sin que ello quiera decir que HERNANDEZ FLORES se haya desterrado de su ciudad natal y de la entidad que gobernó.
    
Tal parece que se prepara y allana el camino para que EUGENIO forme parte de los invitados especiales en el Tercer Informe de Gobierno de EGIDIO.
   
En ese contexto, resulta de sumo interés conocer si el también exgobernante tamaulipeco, TOMAS YARRINGTON RUVALCABA, pasará lista de presentes en el acto en que EGIDIO se dirigirá a sus representados.
   
Sin pasar por alto, por supuesto, que el matamorense enfrenta una causa penal que pretende involucrarlo en actividades ilícitas del orden federal.
   
Al margen de especulaciones y probables lecturas, lo cierto es que la reunión pública de ambos personajes de la vida política tamaulipeca tiene su razón de ser, así como el natural mensaje a los grupos de poder.
   
Como suele suceder en ese tipo de encuentros, sólo dos ocuparon la mesa protagónica para evitar que se filtrara lo tratado.
   
Por lo pronto, muy seguramente a una estrategia preestablecida, la reunión de EGIDIO y EUGENIO mantiene la atención en los corrillos políticos y en las mesas de café.
   
Quienes dicen conocer de aguacates aseguran que, tarde que temprano, aunque más temprano que tarde, se sabrá a ciencia cierta cuál fue el verdadero motivo por el cual compartieron el pan y la sal y chocaron cristales en “El Gambas” el Jefe del Ejecutivo Estatal y el ojiverde exmandatario.
   
Y hasta la próxima.


   
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Editores periodico frontera

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