El hombre
llevaba desarmada la escopeta con la que cometió el crimen.
Aaron
Alexis, autor de la matanza en el Depósito de la Marina de Estados Unidos,
ingresó con una escopeta desarmada oculta en una pequeña bolsa al edificio
donde asesinó a 12 personas, informaron fuentes cercanas a la investigación.
La
cadena de televisión CBS, que citó a las fuentes, informó que antes de la
matanza Alexis trató, sin éxito, de comprar un rifle de asalto R15 en una
armería del vecino estado de Virginia.
Su
intención fue rechazada por la armería sin que hasta ahora se conozcan los
motivos.
Mientras,
la cadena de noticias CNN reveló que Alexis compró una pistola y dos cajas de
municiones en un campo de tiro también en Virginia, después de realizar
prácticas de tiro el sábado pasado, dos días antes de los violentos hechos.
Las
mismas fuentes indicaron a CNN que el lunes, Alexis ingresó al edificio 197 del
Depósito de la Marina con una bolsa pequeña en la que se sospecha llevaba una
escopeta desarmada.
Imágenes
captadas por las cámaras de seguridad mostraron a Alexis cuando entraba a un
baño con la bolsa, para salir segundos después con el arma ensamblada,
empezando a disparar poco después.
La
cadena CBS indicó que el contratista civil, de 34 años, ingresó a las
instalaciones a bordo de un vehículo rentado y con credenciales y
autorizaciones válidas de seguridad, lo cual parecería explicar porque pudo
llevar consigo el arma sin que fuera detectada.
Una
vez dentro del edificio, el hombre subió hasta un balcón en el cuarto piso
desde donde empezó a disparar contra las personas que se encontraban abajo, en
el atrio.
Una
de las víctimas fue un guardia de seguridad de quien Alexis tomó una pistola
que utilizó en el ataque.
Las
nuevas revelaciones se suman a lo que se consideran serias fallas en los
sistemas de seguridad, al haberse pasado por alto incidentes pasados que
evidenciaron problemas de conducta y sicológicos de Alexis.
El
pasado 7 de agosto, Alexis llamó a la policía de Rhode Island para decir que
escuchaba voces que salían de las paredes de su cuarto de hotel, y que esas
voces estaban emitiendo señales de vibraciones en su cuerpo utilizando máquinas
de microondas.
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