Por Mario A. Díaz
PALACIO
TAL parece que la doble moral y el doble
lenguaje siguen siendo el escudo principal de algunos dirigentes sindicales
cuando anuncian el establecimiento de nuevas empresas en la región.
Ambivalente,
porque al abordar el tema, mañosamente ocultan las cláusulas del contrato
colectivo de trabajo, que, en la mayoría de los casos, no necesariamente
benefician al trabajador.
Sueldos de miseria que no son suficientes para mantener a una familia
son los que generalmente negocian personas que viven y lucran con la fuerza
laboral, aprovechando la necesidad de fuentes de empleo.
Si
bien es cierto que existen casos documentados de empresas que pagan salarios
por encima del mínimo que señala el tabulador oficial, también es muy cierto
que otras-en contubernio con representantes sindicales que se sienten
redentores-continúan con aquello de “la explotación del hombre por el hombre”.
Recientemente, uno de ellos, durante la celebración del Día del Trabajo,
anunció el pronto establecimiento de tres nuevas factorías en Matamoros
provenientes de Tailandia.
Los
capitalistas de aquel país asiático maquilarán en territorio nacional aparatos
celulares, de acuerdo a la información de JESUS MENDOZA REYES, secretario
general del Sindicato de Trabajadores en Plantas Maquiladoras y Ensambladoras
(SITPME).
Afilando las uñas ante los ingresos que manejará por concepto de pago de
cuotas y representación sindical, MENDOZA REYES precisó que de acuerdo a lo estimado
se generarán 600 empleos. Por supuesto que se reservó la información relativa a
los salarios no superiores a los 600 pesos que los empresarios tailandeses
pagarán a los obreros mexicanos.
Obviamente, durante las pláticas obrero-patronales, a los capitalistas
les interesa obtener el menor costo de operación para la producción de sus
teléfonos celulares de alta tecnología y, en contraparte, al citado vividor
sindical, enriquecerse con el sudor de la frente de sus representados por medio
de las cuotas sindicales.
Así
de sencillo.
Quien
se encuentra al frente del SITPME trata de engañar a la opinión pública
aseverando que inversiones como las que están en puerta se convierten en un
atractivo a nuevos capitales.
Envuelve sus melosas palabras afirmando que la mano de obra mexicana y
concretamente la matamorense es de alta calidad y que así se le considera en el
extranjero.
Lo
que no dice es que por su ambición al dinero fácil y vivir del producto del
trabajo de los obreros sindicalizados, establece condiciones de trabajo que
únicamente benefician a los propietarios de las maquiladoras, negociando
míseros salarios que no alcanzan a un jefe de familia para subsistir.
Lo
malo del caso es que actitudes como la anterior provoca que los capitalistas,
lógicamente, prefieran establecer contratos obrero-patronales con sindicatos
que ofrezcan la mano de obra más barata.
La
fórmula es muy simple para JESUS MENDOZA REYES. Gana con los empresarios al
garantizarles que los trabajadores no protestarán por los bajos sueldos y,
además, con el producto de los ingresos obligatorios por representación
sindical.
Es
decir, negocio redondo.
Por
supuesto que ya no es todo miel sobre hojuelas en el seno de ese sindicato. Ya
los explotados representados por MENDOZA REYES han comenzado a revelarse y
solicitar la independencia sindical.
Empleados de dos de las alrededor de 40 maquiladoras que tienen signado
contrato colectivo con el SITPME-las más grandes, por cierto-han hecho público
su inconformidad.
Como
es evidente la doble moral se hace presente en el ámbito sindical como
consecuencia de la ambición por el poder y el dinero.
No
obstante, una vez que el resplandor político-sindical del presidente de la Federación de
Trabajadores de Tamaulipas, EDMUNDO GARCIA ROMAN, ha comenzado a disiparse ante
el alto mando cetemista, es tiempo que el representante sindical del SITPME
habrá de poner sus barbas a remojar.
Y
hasta la próxima.
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