H, Matamoros, Tamaulipas:

OBSERVANDO


Por José de la Paz Bermúdez Valdés


·        Falso que el gobierno mexicano recaude pocos impuestos.
·        La inseguridad reto del gobierno tamaulipeco.
·        La falacia de la privatización de la educación en México.
·        Observado.

        Falso que el gobierno mexicano recaude pocos impuestos.

Con excesiva frecuencia se suele señalar que uno de los gobiernos en el mundo que recauda pocos impuestos es el mexicano. Nada más lejos de la verdad.

En México las distintas entidades recaudadoras de gravámenes como lo son el gobierno federal, los gobiernos estatales y los gobiernos municipales, recaudan suficientes impuestos, lo grave es el destino que se hace de ellos.

En México existen impuestos de toda índole. Al extremo de que en muchos países se quedan admirados de la existencia de algunos de ellos.  Por ejemplo el de la tenencia vehicular.

Un estudio mundial reveló que el único país que cobra dicho gravamen es México, en franca contradicción a sus supuestos de existencia de la propiedad privada.

Si un ente adquiere un vehículo por la vía de la compra, de la donación o de una contraprestación dicha adquisición es gravada por la acción de la compra-venta, además de los impuestos por emplacamiento, tarjeta de circulación y derechos vehiculares.  Entonces, ¿Por qué cobrarle por tener el vehículo? Si al adquirirlo deberá pagar impuestos en la adquisición de refacciones, combustibles, lubricantes, los cuales son gravados por Impuesto al Valor Agregado (IVA) y pago de peajes en las carreteras de cuota, amén de lo concerniente a su mantenimiento, en donde el servicio prestado por profesionales de la mecánica agregarán el Impuesto sobre Producto del Trabajo (ISR).
Evidentemente este impuesto – el de la tenencia—como el de nóminas, o el Impuesto Empresarial y tantos y tantos, constituyen la principal fuente de encarecimiento de los productos mexicanos, que obligan a los ciudadanos, en donde puede, a sustraerse de ellos. La carga es pesada y siempre en torno de los mismos.

¿Por qué no se combate la informalidad? Sencillo, porque son los propios gobiernos  --federal, estatal y municipal—quienes los fomentan. Pongamos por caso los vendedores ambulantes, ¿quién legitima la venta en la vía pública? Las autoridades municipales, al cobrarles el famoso “piso”.  ¿Quién explota a taqueros, eloteros, paleteros, aguafresqueros y toda gama de vendedores ambulantes?

Los mexicanos pagamos, muchos, muchos impuestos. ¿Por qué no les alcanza a los gobernantes?  Porque lo destinan a gastos personales, a engrosar sus cuentas bancarias y se olvidan en invertir en obras y servicios que satisfagan las necesidades de los ciudadanos.

¿Cómo explicar que hay estados de la unión americana que suspenden por temporadas o reducen el monto de los impuestos que cobran a sus contribuyentes? Simple, el dinero que recaudan lo destinan a brindar bienes y servicios a la población, lo que necesariamente origina bienestar. Bienestar que se traduce en más y mejores empleos, los cuales permiten pagar correctamente los impuestos y los administradores cuentan con suficientes recursos para continuar ofreciendo mejores obras a sus representados.

En México, sucede lo contrario, quienes laboran en las áreas de gobierno se desvelan buscando como implantar más impuestos, como desviar las cantidades recaudadas y como enriquecerse ellos y consecuentemente dejan de invertir en obras y servicios, ocasionando ausencia de liquidez en los contribuyentes, los cuales se atrasan en el pago de los impuestos.

¿Por qué cobrar recargos cuando no se pagan oportunamente los impuestos? En realidad no hay servicios públicos que beneficien a la ciudadanía, es decir inversión pública, luego entonces ¿por qué cobrar recargos por un dinero que es del contribuyente y que no ha entregado al estado para que sus funcionarios se lo roben, perdón, lo administren?

Si el estado o el municipio ofreciera obras y servicios a la ciudadanía, mismos que se realizaron con dinero propio de dichos organismo existiría un leve derecho a cobrar por un capital invertido, pero si cobran recargos por un dinero no entregado, ¿de dónde les nace ese derecho a explotar al ciudadano?

Ya es tiempo que los ciudadanos exijamos nuestros derechos. Pongamos un alto a la arbitrariedad y a la exacción.


·        La inseguridad reto del gobierno tamaulipeco.

Tamaulipas vive un estado de zozobra. El gobierno nada hace para corregir esta situación. Declaraciones alegres de que hay tranquilidad que se hacen esfuerzos por ofrecer seguridad a las familias tamaulipecas. Mentiras, mentiras que rayan en el insulto.

En la semana que concluye se destacó la información de que el funcionario estatal consentido del gobernador, Homero de la Garza Tamez, fue despojado de su vehículo en la carretera que une a Reynosa con San Fernando.

Por supuesto la Dirección de Comunicación Social del gobierno del estado hizo su trabajo, calló todas las fuentes informativas. Pero eso no pudo ocultarse.

Como no puede ocultarse la realidad. Tamaulipas está en otras manos. El gobierno del estado y los gobiernos municipales sólo aparaecen en los medios de comunicación, porque pagan los espacios correspondientes.

Están prestos a cobrar impuestos, a inventar falacias de descuentos, simples farsas. Y a quien no se ajuste a su explotación, se le cobran multas, recargos, gastos de ejecución y cuanta medida se les ocurre. Hay cinisimo en el actuar gubernamental.

Si usted les pregunta ¿cuándo arreglaran las calles?, las cuales están saturadas de pozos, baches, topes, carecen de pavimento, no cuentan con señalamiento vial, ni alumbrado público, en fin están peor que brecha en tiempo de cosecha. La respuesta es siempre la misma “no hay dinero en la tesorería” ¿En dónde está el dinero que se recauda?... Adivinó.

¿Por qué no hay inversión en Tamaulipas? ¿Por qué no hay más empleos? ¿Por qué no hay obra pública? Sencillo, porque la clase política, la que se supone que debería gobernarnos, está recluida. No realiza su trabajo. ¿Por qué? …..Adivinó.

El reciente programa televisivo de Primero Noticias, trasmitido desde la Región Lagunera, por el conductor Carlos Loret de Mola, por televisa, dejó perfectamente que el gobierno estatal tamaulipeco está rebasado por la delincuencia organizada y la inutilidad de su titular, raya en el insulto al ofrecer garantías a los tamaulipecos.

·        La falacia de la privatización de la educación en México.

La cacique magisterial pretende negociar con el gobierno federal. Ya es cosa juzgada, su debacle está escrita.

Engatuzar al magisterio con la supuesta privatización de la educación, no puede conducir a nada. No hay a lo largo y ancho de la iniciativa de reforma al Artículo 3o. Constitucional ninguna alución a dicha acción. Por el contrario se estable con claridad el reconocimiento del Estado hacia la prestación del servicio educativo en preescolar, primaria, secundaria y Educación Media.

Lanzar las falanges magisteriales a la exhibición de su desconocimiento de la reforma emprendida, no puede dejarle nada al magisterio nacional. confirmar que hay una ausencia total de información en ese renglón, no puede redituar beneficio a los docentes, excepto el dejar perfectamente claro que son objeto de manipulación persa, por quien los explota económicamente y que en aras de seguir disfrutando las canojías que anteriores gobiernos le otorgaron, no escatima esfuerzo alguno, aunque en la demostración, los únicos perdedores sean los maestros.

La privatización de la educación en nuestro país está tan lejos de conseguirse, como lejos está del pueblo la posibilidad de que Carlos Slim, cobre lo justo por los servicios que mal presta a los usuarios del servicio telefónico, o que los gobernantes inviertan el dinero de los impuestos de los contribuyentes en beneficio de la colectividad. Ambas cuetiones tan remotas, se asemejan de la privatización educativa.

·        Observado.

Ya que la Dirección de Catastro del municipio de Matamoros, Tamaulipas está tan preocupada por censar las modificaciones a las construcciones de los habitantes de esta población y ha destacado personal para constatar dichas modificaciones, podría censar el número de baches, topes, pozos y calles en mal estado y pasar el informe a quien corresponda para ofrecer los servicios de mejoramiento en la ciudad.
Otro tanto podría hacer el personal de la Oficina Fiscal del Estado, que urge a los deudores ¿deudores? de la tenencia vehicular a pagarla, a informar a los responsables de la ausencia de calles en buen estado, de faltra de alumbrado público, de carencia de banquetas, en fin del abandono en que se encuentra la ciudad.

Porque, es muy fácil cobrar impuestos, lo difícil es invertirlos en beneficio de la población. 


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Editores periodico frontera

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