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COLUMNA PALACIO
QUIERASE
o no, lo cierto es que para el alto mando priísta la popularidad del diputado
local DANIEL SAMPAYO SANCHEZ comienza a provocar problemas internos derivados
de intereses políticos.
Quienes aseguran conocer de aguacates afirman
que tres encuestas distintas colocan en inmejorable posición al legislador,
indicativo de que es ampliamente conocido entre los ciudadanos en edad de
votar.
Lo escabroso para la cúpula tricolor es que no
considera suficiente el hecho de que SAMPAYO SANCHEZ se mantenga con ese índice
en el ánimo ciudadano. La postura del ex invencible es que, además de conocido,
el candidato del PRI a la presidencia municipal de Matamoros debe conocer la
problemática citadina, experiencia política, gestor de recursos y buen
administrador y, lo más importante, contar con el visto bueno de quien manda
políticamente en Tamaulipas.
Asimismo, el partido que lidera a nivel
estatal RAMIRO RAMOS considera que el innegable fierro tomasista es un factor
que perjudica la legítima aspiración de DANIEL SAMPAYO.
Justo
ahí es donde se centra la encrucijada. Sacrificar popularidad ante el eventual
desconocimiento del arte de gobernar, o bien, decidirse por la experiencia dejando
en segundo plano ese importante activo.
Además,
si el PRI estatal se decide por otro camino, sobran quienes opinan que el ex
gobernador TOMAS YARRINGTON RUVALCABA, tutor político de DANIEL, podría
invertir su capital electoral a favor de otra causa partidista.
En
el entendido de que, por supuesto, se trata de una mera especulación surgida de
un plano hipotético.
Obviamente,
los simpatizantes del diputado local consideran que éste sería la mejor carta
tricolor para enfrentar con éxito la simpatía y juventud de la muy segura
candidata del PAN al relevo del ingeniero ALFONSO SANCHEZ GARZA.
Valoran
que en una elección cerrada como la que se avecina, aderezada con la derrota de
julio pasado, DANIEL SAMPAYO SANCHEZ sería el candidato ideal, arropado, eso
sí, por un equipo experimentado y capacitado.
Por
el momento, continúan manejándose los nombres de SALVADOR TREVIÑO GARZA, JESUS
DE LA GARZA DÍAZ
Aunque,
en ese contexto, la versión más socorrida es que, finalmente, el mandatario
estatal EGIDIO TORRE CANTU, en su carácter de jefe político en la entidad,
habría de decidirse por JESUS o SALVADOR.
Con
todo y lo anterior, la popularidad de DANIEL SAMPAYO SANCHEZ que arrojan las
encuestas y el riesgo de choque político del actual grupo en el poder con el ex
gobernante tamaulipeco, son situaciones que analiza, valora y no pasa por alto
el Comité Directivo Estatal del PRI.
Pero
no tan sólo en el tricolor surgen comentarios, análisis, conjeturas y
especulaciones en torno a la competencia electoral que se avecina.
Por
ejemplo, comienza a tomar forma una eventual negociación política a favor de la
causa priísta en donde el guía moral panista, RAMIRO SALAZAR RODRIGUEZ y el ex
gobernador TOMAS YARRINGTON RUVALCABA serían los protagonistas principales.
Para tal efecto, la estrategia albiceleste ha
dejado circular la versión en el sentido de que existen criterios encontrados
entre LETICIA SALAZAR y su señor padre.
El
respeto al vínculo sanguíneo quedaría fuera de toda duda, aunque no así la
paternidad política. Llegado el momento y circunstancias, tal eventualidad
colocaría en inmejorable posición negociadora a la familia SALAZAR VAZQUEZ.
Otro
comentario surgido en torno a la causa albiazul precisa que es un error
designar a LETICIA como candidata a la alcaldía matamorense. Militantes de ese
instituto político aseguran que la mejor carta es el diputado federal CARLOS
GARCIA GONZALEZ.
Éste
último, de acuerdo a esa hipótesis, habría cedido su lugar a la ahora ex
legisladora a cambio del apoyo para ese mismo fin en la siguiente elección
local en donde FRANCISCO JAVIER GARCIA CABEZA DE VACA será el candidato al
gobierno del estado de Tamaulipas.
Por lo pronto, la moneda sigue en al aire.
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