H, Matamoros, Tamaulipas:

¿Navidad a incumplidos?


PALACIO
JUEVES 13 DE DICIEMBRE
Por: Mario Diaz

CON todo y que no han cumplido los compromisos establecidos, la Dirección Estatal del Trasporte Público contempla autorizar un incremento a la tarifa por ese servicio urbanístico.
    Se estima que para antes de que finalice el presente mes se autorizará un aumento de 50 centavos al costo del boleto, cediendo así el gobierno torrista a las exigencias de los pulpos del transporte colectivo.
   La inconformidad de los usuarios se justifica toda vez que el servicio que reciben no es proporcional al costo del mismo, en lo que a comodidad, trato y seguridad se refiere.
     Si al menos antes de que el gobierno estatal autorice el incremento en la tarifa como regalo de navidad, exigiera que las unidades de transporte cumplieran con la revisión mecánica, algo se abonaría en beneficio de quienes tienen la necesidad de utilizar ese medio de transporte.
    Los permisionarios argumentan en su favor que los costos de operación se han incrementado y que, por lo tanto, ya no es rentable esa actividad.
    Alegan también que el pésimo estado de calles y avenidas de las distintas rutas ocasionan deterioros a los autobuses y microbuses.
    Sin embargo, lo que no colocan en la balanza es que no han cumplido con la modernización del parque vehicular a que se han comprometido en anteriores autorizaciones para el incremento en la tarifa. Mucho menos aceptan que contaminan el medio ambiente y que no respetan el reglamento vial.
    La triste realidad es que, finalmente, la Dirección del Transporte Público cede a la presión de los concesionarios sin obtener ningún beneficio a favor de los usuarios.
    La situación se convierte en un círculo vicioso en donde las promesas de modernización e incrementos a las tarifas van de la mano.
    Además, raro es el día en que las autoridades de Tránsito Local no intervengan en algún incidente vial en donde los operadores del transporte público son responsables.
   La protección sindical y seguro colectivo se convierten en el escudo protector de los choferes de microbuses para circular a velocidades por encima del límite permitido y sin precaución alguna.
    No obstante, en Matamoros, por ejemplo, el delegado del Transporte Público, GONZALO TREVIÑO ALANIS, asegura que se han sancionado a 200 operadores que han sido sorprendidos cometiendo infracciones viales o  mal trato a los pasajeros.
    Lo malo del caso es que los operativos aleatorios no han inhibido a los trabajadores del volante para que respeten la normatividad de tránsito y las elementales reglas de cortesía.
    Si al menos a la par del incremento en el costo de ese servicio se exigiera el cumplimiento de la modernización de las unidades, el impacto entre los usuarios sería menor.
    Otro factor preponderante que agudiza el problema del transporte público es que, en muchos casos, los operadores están sujetos a la exigencia de sus patrones para realizar el recorrido de la ruta en el menor tiempo posible. En consecuencia, los accidentes viales se producen a cualquier hora del día.
    El contubernio del organismo sindical que agrupa los permisionarios del transporte con la autoridad vial, es un obstáculo prácticamente insalvable para terminar con esa anarquía.
    Muy caro pagan las administraciones estatales y municipales el uso del transporte público durante las campañas proselitistas para el acarreo de gentes a los actos multitudinarios.
    Eso de la componenda entre autoridad vial y concesionarios del transporte trae a colación el problema social que está generando el “operativo grúa” de la delegación de Tránsito Local.
    El asunto no es que se exija a los automovilistas a respetar las áreas de estacionamiento, sobre todo, a las destinadas para personas discapacitadas. Lo lamentable es que esa actividad al amparo de la normatividad oficial se está convirtiendo en un modus vivendi.
    En pleno mes decembrino y la temporada navideña es más notoria la acción de los agentes supuestamente encargados de regular el tráfico vehicular.
    Para mala imagen de Matamoros y sus autoridades, los oficiales detienen en automático a las personas que tripulan autos o camionetas con placas estadounidenses y que pretenden internarse al interior del país.
     Ni hablar.
    Y hasta la próxima.

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Editores periodico frontera

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