CÚPULA.
Javier Rodríguez Alcalá.
De verdad que en ocasiones no se si los funcionarios piensan
que logran engañar a la ciudadanía, o bien simplemente son auténticos. Lo digo
porque no es posible que personajes que gobiernan algún rincón de la entidad, como es el caso del
presidente municipal de San Fernando, TOMAS GLORIA REQUENA, por un lado se
declare en banca rota, y por otro el gasto en algunos rubros no tengan control
alguno.
TOMAS GLORIA REQUENA |
En este caso, el edil, que alguna vez fue catalogado como un
hombre con más futuro que pasado, hizo publico la situación que está
atravesando ese ayuntamiento, de modo tal que tendría que recurrir, dijo, a
reducir la nómina de nueva cuenta, o tomar algunas otras medidas que le lleven
a mantener a flote las finanzas de esa comunidad.
Muy seguramente que la estrechez de liquidez es verdad, de
ahí que según se dice, recibió respuesta inmediata del área de finanzas del
estado, pero a la vez se hizo público su nivel de gastos en traslados, viáticos
y todo lo que la representación significa.
Verdad es que los traslados y las gestiones tienen costo,
pero también es cierto, que si hablas de
falta de capacidad presupuestal por las deudas que vienes arrastrando, y las
que en ejercicio de la función generas, pues entonces, las estrategias de
austeridad tienen que alcanzar las áreas o renglones que no afecten los
servicios públicos y apoyos sociales, y el “amarre” del cinturón debe ser
parejo.
La verdad resulta incongruente que por un lado le digas a
tus gobernados que la falta de recursos por las deudas heredadas, los recortes
presupuestales del gobierno federal y la demanda creciente de la sociedad,
obliga a reducir la plantilla laboral y afectar algunos rubros, pero esto no es
impedimento para gastar lo que haya que gastar en viáticos, representación,
donaciones y lo que se “necesite” ; hay casos en que hasta las compensaciones
se han incrementado.
En fin, los tiempos
son difíciles, y de ello la sociedad está consciente, pero los “piquetes de
ojos”, como decimos en el pueblo, no se vale.
Y los concesionarios del transporte en la capital
tamaulipeca están en espera del banderazo del gobierno del estado para aplicar
la nueva tarifa. Hasta el momento las autoridades estatales se mantiene firmes,
sin embargo hay voces por el lado de los concesionarios que aseguran que en los
días por venir, y antes de que concluya el año, estarán operando con las
tarifas que han propuesto.
Pues las contradicciones en este caso son las mismas, la
afectación a la economía de los usuarios, y por otro el constante
incremento los combustibles y
refacciones, así como el mal estado de las vialidades en la capital, que llevan
a las unidades a un deterioro más profundo.
El punto es que ambas partes tienen razón, pero verdad es
que debe haber un equilibrio, y un compromiso tanto por los concesionarios para
mantener sus unidades en buenas condiciones, y las autoridades municipales, en
conservar las vialidades de sus rutas libres de baches.
Por lo pronto, esperemos que las voces que aseguran que es
cuestión de días para que llegue el nuevo costo de la tarifa estén equivocados,
y que las autoridades no nos engañen una vez más.
Comentarios y sugerencias.
0 comentarios:
Publicar un comentario