El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, respondió a una pregunta sobre la promesa de campaña que hizo en 2008 de que en el primer año de su gobierno tendría una propuesta de reforma migratoria.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asumió hoy por primera vez su responsabilidad por no haber logrado una reforma migratoria integral, y expresó su esperanza en que, de ser reelecto, cuente con el apoyo republicano para lograrla.
“Yo sí asumo la responsabilidad del hecho de que no se logró (la reforma migratoria), pero yo no prometí que lo iba a hacer todo”, aseveró el mandatario durante un foro en el Bank United Center de la Universidad de Miami.
Obama, quien buscará ser reelecto en los comicios de noviembre próximo, respondió así a una pregunta sobre la promesa de campaña que hizo en 2008 de que en el primer año de su gobierno tendría una propuesta de reforma migratoria.
El presidente señaló que otros temas, como el económico, se convirtieron “en prioridad” en ese momento, además de que quienes apoyaban esa reforma en el Partido Republicano le dieron “la espalda”.
Sin embargo, manifestó su confianza en que ese tema sea resuelto después de las elecciones de noviembre, cuando “el objetivo principal va a ser resolver los problemas del país”.
Obama aprovechó para cuestionar a su rival electoral, el ex gobernador de Massachussetts, Mitt Romney, al afirmar que pueden seleccionar entre “el que está comprometido con la reforma migratoria y con la Dream Act” o con el que “las vetará”.
Sostuvo que la comunidad latina puede enviar un mensaje saliendo a votar para demostrar que la migración no es solamente “una pelota política” y que “éste es un problema que podemos resolver nosotros e históricamente ha tenido apoyo bipartidista”.
Recordó que el mismo ex gobernador de Florida, el republicano Jeb Bush, ha reconocido que algunos de sus compañeros de partido “han tomado una opinión extrema al abordar el tema de la reforma migratoria”.
Durante el foro, Obama tocó también otros temas como la educación, la relación con México y la economía, todos de interés para la comunidad hispana, en momentos en que el mandatario lleva una ventaja de casi 40 puntos a su rival entre los votantes latinos.
Organizaciones no gubernamentales estiman que unos 12 millones de hispanos podrían salir a votar, lo que podría marcar la diferencia en las urnas en el caso de una elección cerrada.
0 comentarios:
Publicar un comentario