Ciudadanos en la indefensión
legal, política,
económica y social: Luisa Álvarez.
Por: María Jaramillo Alanís
Ciudad Victoria, Tamaulipas.-A diferencia de la década de los 70’s,
hoy en día a la sociedad le es más fácil sobrevivir pasando desapercibida que
haciéndose visible, es decir; antes se sabía contra quién y porqué protestar,
hoy la autoridad formal está diluida, perdida, por tanto se corren riesgos de
perder la vida, piensa en voz alta Luisa
Álvarez Cervantes, socióloga e investigadora de la Universidad Autónoma de
Tamaulipas, ex dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores y del
Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional.
Álvarez Cervantes sostiene que por primera vez en poco más de una
década, los ciudadanos del norte del país, a diferencia de los 70’s, no observa autoridades a quien acudir, explica:
-Por primera vez no tiene esperanzas y la ciudadanía está en plena
indefensión, legal, política, económica, social, de inseguridad. No sé si valga
la pena repensar nuestra noción de ciudadanía norteña, porque se supone que los
ciudadanos tienen ciertos derechos, pero por primera vez carecemos de tales
derechos porqué no sabemos donde ir a reclamarlos.
Ataja que en el sur hay a acumulación de años de problemas sociales,
pero a diferencia de los estados del norte del país, la violencia no ha sido tan devastadora.
-Pienso de manera tentativa, que una de las respuestas que se pueden
dar desde la sociedad, antes no lo incorporaba en el discurso, era recuperar
ciertas tradiciones que le dieran sentido a los lazos sociales, la respuesta a
esto es la pregunta siguiente ¿porqué estamos tan indefensos? Porque por
primera vez, ser visible es peligroso. Y aparte de ser visible nadie da la cara
por ti, y si nadie da la cara por ti y eres visible quiere decir que hay
ciertos lazos y vínculos que poco a poco se han ido destruyendo, poco a poco
han minado el sentido de pertenencia y
de identidad y de sociedad en su conjunto. Valdría la pena recuperar ciertos
lazos que impliquen primero y hasta donde se pueda y sin perder la vida,
recuperar espacios de índole social, de recreación, educación, pero que estas
iniciativas no tienen que venir de arriba porque desconfiamos de los discursos,
de los políticos, de los partidos, pero tampoco sé hasta qué punto pudiésemos
confiar en nosotros mismos, ese sería el primer problema a resolver y cómo le
tendríamos qué hacer sabiendo el riesgo que implica el ser visibles.
Álvarez Cervantes plantea la necesidad de entretejer lazos unos con
otros pues “ya no nos queda salida ante la violencia”
-¿Cómo en una resistencia silenciosa?
-De algún modo seguimos vivos y a lo mejor seguimos vivos porque
alguien da la cara por nosotros y no nos
hemos dado cuenta que aún hay quien da la cara por nosotros y quien hable por
nosotros. Por primera vez en la vida, tenemos desconfianza de con quién
hablamos, a quién le decimos, a quién acudimos. Y todo eso tendría que
remontarse, pero con toda honestidad, es difícil pensar en esta realidad porque
se nos presenta muy caótica, muy desordenada y sin instituciones.
-Después de todo esto que estamos pasado como sociedad, cuando pasa la
tormenta ¿cual es el camino que anhela la sociedad?
-Es falsa una tesis que manejan los partidos políticos, de que el
cambio solamente se puede dar a través del voto. Yo creo que se equivocan, ahí
no esta la salida, pues ya se le ha dado la oportunidad al PRI, al PAN y en
algunos momentos al PRD y no vemos ni sentimos los cambios, dijéramos que nos
pueda asegurar un mejor modo de convivir, nuestro problema es que nadie se ha
preocupado por mantener la convivencia dentro de marcos de respeto y de paz.
Quizá la salida sea por primera vez, pequeñas comunidades, grupos sociales de
solidaridad, y un punto de partida deberíamos tener y es eso, a lo mejor
sobrevivimos porque se están ampliando las redes familiares, las pequeñas comunidades locales, y como no
están involucrados en política no se les mira, muchas familias sobreviven, no
por el apoyo del Estado, ni de los partidos, ni de ninguna otra institución
sino por la solidaridad que se dan entre si.
-¿A quién le conviene este desorden?
-Serian a lo mejor dos cosas; el desorden siempre le conviene al
poder, y por supuesto que no le conviene a la sociedad pues en pleno desorden
no se tiene orientación para la vida, a quien le conviene una sociedad
desorientada, sin puntos de referencia, qué no tenga a quién acudir, pues es a
los grandes poderes tanto políticos como económicos. Mientras la sociedad esta
atomizada la usas para qué consuma mercancías y te consuma en la política y drogas.
-Hace años al menos se mantenía ese orden, esa estabilidad…
-Yo voy adelantarme a decir algo que para mi es novedoso de lo que
estamos viviendo en el norte; una cosa es la violencia y otra cosa es los
medios de la violencia; voy a hacer una
distinción, de algún modo nos hemos acostumbrado a vivir con cierto tipo de
violencia, hay contradicciones entre las personas, se pelean en ocasiones, pero no tienen instrumentos a la mano de violencia, pueden usar un cuchillo pero es el
que se usa en la cocina, no es un instrumento de guerra y hay otra cosa
adicional, mientras son dos cuerpos en conflicto te cansas, llega un momento en que esa
violencia cesa, pero la metralleta no se cansa, la metralleta solamente se
recarga, entonces por primera vez esta violencia con la que estamos viviendo
tiene medios e instrumentos de violencia que tienen un uso generalizado y por
lo tanto una fuerza desmedida. Yo creo que ese es nuestro grave problema.
-Esto habla del trasiego de armas…
-Evidentemente a Estados Unidos le conviene deshacerse de sus armas
chatarra para nuevas guerras y nos mandó
todo para México. Esto es toda una estrategia para justificar intervenciones y
a nadie le importa.
-No existe respuesta del Estado ¿Está avasallado o sumiso?
-Habría que pensar si estamos en un Estado fallido o estamos en un
Estado totalmente debilitado, sin respuesta y sin poder reflexionar sobre lo
que nos está aconteciendo y quizá dentro de diez años podremos pensar y hacer
más lucida la reflexión. Y una de las grandes dificultades es que si vives el
problema y no tienes una política pública seria que atienda los problemas. Los
discursos en general del estado son los siguientes; hay quienes dicen que la
causa de la violencia es el narcotráfico, preguntaría ¿Es la causa o es la
punta del iceberg? ¿Qué hay atrás? Mientras los discursos se orienten a buscar
los culpables de la violencia, hay un supuesto en ese discurso, se supone que
ellos están libres de culpa y entonces el estado tampoco asume la
responsabilidad luego entonces los combates porque aquellos son los culpables.
Habría que pensar seriamente en este asunto de la violencia con relación al
Estado y con relación a la sociedad.
-En esta década de la que hablamos, ¿sobrevive la esperanza?
-En el 2000 todavía había ciertas esperanzas sociales en los
candidatos y los partidos, digo, no en balde llego Fox a la presidencia,
independientemente si estabas o no de acuerdo con el, representó cierta
esperanza y cierta expectativa de qué se iba a mover el país en torno a algún
cambio pero por primera vez en la historia, aun con esta lucha entre el PAN y
el PRD, de algún modo se mantuvo esperanza, pero estamos en el 2012 en vísperas
de la elección presidencial, estamos viendo qué los partidos, cualquiera que
estos sean, totalmente desdibujados. No hay propuestas serias, quizá la más
seria sería la de Obrador, pero en cuanto propuesta sino a la posibilidad de
abrir el gabinete que lo podría acompañar y se puede decir que cuentas con más
elementos para hacer un análisis pero
con respecto a la candidatura de Obrador no con respecto a los partidos que lo
postulan.
Álvarez Cervantes va más allá en su análisis de los candidatos y sus
partidos:
-Los candidatos del PRI, PRD y PAN y Quadri, no tienen noción de las
grandes dificultades que padecemos los mexicanos y nosotros podemos ver que el
norte es otro país con particularidades, el centro es otro y el sur es otro, y
esto no lo han tratado ninguno de los candidatos. Y siguen tratando a México como si fuera
monolítico, como si no fuera pluricultural, como si fuera algo homogéneo y
entonces no ves las grandes las grandes diferencias y los grandes problemas, en
algunos casos más acentuados que en otros, dependiendo del lugar geográfico en
el qué te encuentres.
-¿Volverías a competir por algún partido?
- Honestamente te voy a decir
en qué condición volvería; en qué no se les pagara un peso a los diputados ni
senadores. Yo creo que si las cámaras le bajarán un poquito de espuma al
chocomilk y vieran que vivimos en un país de extrema pobreza. Le entraría
siempre y cuando no haya salarios, y qué nuestros respectivos empleos nos den licencia para competir pero vivir de lo
que ahí se nos paga como cualquier profesionista mortal del mundo, porque
además hay un problema con los representantes populares, que no representan a
nadie.
-¿Qué izquierda necesita Tamaulipas?
-No hay izquierda en
Tamaulipas. Tenemos un gran problema, todos los candidatos prometen un futuro
halagüeño, pero eso no existe, existe el presente, el ahora. Una izquierda
tendría que ser aquella que piensa en el presente, en la realidad de la
sociedad. Este presente concreto y real, y habría que preguntarle a los
afectados por este presente, cómo podemos hacer un presente distinto, creo que
la izquierda podría ir pensando por ese camino.
-El PRI de ahora es distinto al de hace diez u ocho años…
-El problema de los partidos a mi juicio, es que siguen pensando en
una nación que existía hasta 1987, que era esa idea de estados nacionales donde
había cierta seguridad, y la realidad de México es que hay muchos Mexicos,
entonces tú no puedes estar hablando del futuro, prometiendo futuros únicos,
¿qué nos pueden ofrecer en el norte? Un futuro de seguridad desde la
inseguridad, es una locura, lo que quiero acentuar es que los candidatos no
vienen de otro planeta a lo mejor si
vinieran de otro planeta se comprendería sus discursos pues no
conocerían el país, pero no vienen de otro planeta.
-¿Quiere decir que los candidatos viven una realidad paralela, y que
el asunto político va por otra parte?
-Los políticos viven en un surrealismo paralelo a la realidad, una
realidad en la que nunca han padecido.
-¿Qué les pasó a los partidos Luisa?
-Se desdibujaron porque siguen sin comprender lo que nos esta
aconteciendo, creo que los partidos políticos es que nos llaman a un pasado que
de algún modo fue seguro, nos niegan todos el presente y a cambio nos ofrecen
un futuro. Entonces la esperanza que podemos mover no puede despertarse a
partir de un futuro prometido porque cualquiera lo puede hacer, sino a partir
de este presente problemático, difícil, con problemas del Estado, de educación,
de salud, ¿cómo enfrentar este presente?
Porque resulta que tenemos novedades, se acabaron los vínculos sociales, no
tenemos referentes, y qué tenemos problemas para saber quienes somos, hacia
donde vamos.
Al final, sostiene Álvarez Cervantes, los partidos insisten en
entregar dádivas a esta sociedad que reclama un presente digno y en paz.
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