Vórtice
Por Martín Jaramillo Luna
A lo largo y ancho del país se han dado ese tipo de fenómenos en los que
el tricolor se resiste a aceptar el liderazgo de aquellos a los que por mucho
tiempo utilizó para acarrear votos, para financiar campañas, para impulsar
políticos que no traen nada en el morral, pero a la hora en que ese militante
quiere pegar el brinco a una candidatura es frenado y hasta humillado por su
dirigencia.
Como se esperaba, Rosalba de la Cruz Requena, sin ningún
merecimiento ni experiencia política fue
aprobada para ser postulada por el PRI como precandidata a la diputación por el
VI distrito, mismo que no ha de conocer en su totalidad, pues en su limitada
experiencia electoral se concreta al
proceso municipal en el que fue regidora y el pasado proceso local en el que
resultó diputada local suplente por el XVII distrito con cabecera en Mante, en fuera nada sabe de procesos
electorales.
Cuando se supo que sería la candidata alguien preguntó ¿de dónde sacará
recursos para financiar su candidatura? Pues se sabe que el PRI da pero no todo
lo de la campaña y tan solo la gasolina para recorrer los 17 municipios que
conforman el distrito resulta oneroso para una licenciada en trabajo social que
vive de su salario.
Y resulta otra pregunta ¿no
estaremos ante el caso de otra Juanita? Esto recordando a las mujeres que en la
primera sesión de la cámara de diputados renuncian a sus curules para darles
paso a sus suplentes, los verdaderos candidatos, pero que por mala fama no
ganarían la contienda.
Ya vinos la primara parte de lo que es previsible en el proceso interno
del PRI, con todo y la alegoría de no levantarle la mano a Raúl Vázquez Cobos,
pero viene la segunda parte de este espectáculo que será la aprobación o
desaprobación de los registros de los candidatos, asunto que estará en manos de
solo unos cuantos, pues este partido no
transparenta su proceso por lo que nunca nadie sabe que papeles entrega o no
entrega tal o cual precandidato.
Pero desde ahora es vaticinable el que le vayan a rechazar la
candidatura a Vázquez Cobos, lo cual va a fortalecer más la figura política del líder ganadero y del sector popular, pues el solo hecho de que no lo admitan es aceptar
que en el PRI en Tamaulipas las
candidaturas se dan por dedazo y a gente que no tiene merecimiento alguno.
Lamentablemente para el PRI la figura de Vázquez Cobos y de los sectores
y la militancia priista que lo respalda, quedará a merced de los demás partidos
políticos que bien podrán hacerle una cordial invitación para que sea su
candidato externo a la diputación y con el cual muy seguramente le puedan ganar
al PRI y su “juanita” de candidata y al PAN y su remedo de candidato a
diputado.
De lo más lamentable en este proceso interno es la grosería que le
hicieron a quienes han servido al partido, como es el caso de José Ernesto
Manrique Villarreal, quién hizo su esfuerzo para llegar a la candidatura y ni
siquiera fue tomado en cuenta, el caso de Javier Villarreal Terán y del alcalde
Humberto Flores Dewey, que si tienen capital político y que no fueron tomados
en cuenta.
La factura la habrá de pagar el PRI en la contienda constitucional de
este año, pues, al parecer, está juntando lo “peorcito” de sus huestes para que
contiendan por las diputaciones y el senado, y si no me creen “pal baile
vamos”.
Hasta la próxima.
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