PALACIO MARTES 28 DE FEBRERO
POR MARIO DIAZ
EN Tamaulipas, el relevo del poder
presidencial ha marcado distintas facetas en los dos últimos sexenios
concluidos y el que apenas registra poco más de un sexto del período constitucional.
Huelga decir que los distintos momentos y
circunstancias son justamente lo que hace la diferencia entre uno y otro poder
ejecutivo tamaulipeco.
Veamos.
Con TOMAS YARRINGTON RUVALCABA como
gobernador, los cálculos fallaron en la alquimia electoral para dar paso a la
primera alternancia política en el país.
Todavía es muy recordado el momento cuando
el mandatario, en su calidad de primer priísta en la entidad, exhortaba al
entonces candidato del PRI, FRANCISCO LABASTIDA OCHOA, a que fuera a hacer
proselitismo en otra latitud azteca “pues en Tamaulipas el triunfo está
asegurado”.
La historia electoral en México registra
que LABASTIDA OCHOA no logró relevar a ERNESTO ZEDILLO como inquilino de Los
Pinos, ante el triunfo arrollador del abanderado panista VICENTE FOX QUESADA.
Es decir, sucedió lo que nadie, ni por
asomo, atinaba a predecir respecto al resultado final de la jornada comicial,
hace alrededor de 12 años.
La confianza y seguridad de YARRINGTON
RUVALCABA en aquel entonces se derrumbó como un castillo de naipes, justo
cuando el presidente ZEDILLO, adelantándose al protocolo del Instituto Federal
Electoral, reconoció la derrota tricolor para dar paso a la alternancia que hoy
en día viven los mexicanos.
Seis años más tarde, con la investidura de
virrey tamaulipeco, EUGENIO HERNANDEZ FLORES no equivocó su apreciación acerca
del panorama político nacional del momento, sino que, por el contrario,
traicionó la causa partidista de su instituto político.
El ojiverde, atendiendo recomendaciones de
la profesora ELBA ESTHER GORDILLO, dirigente nacional del magisterio, operó en
el territorio cuerudo para impedir el triunfo del tabasqueño ROBERTO MADRAZO
PINTADO, quien soñaba con relevar a FOX QUESADA en el Ejecutivo Federal.
Como es del dominio público, una grabación
telefónica dejó al descubierto la traición del gobernante tamaulipeco, acción
desleal partidista a la que, por cierto, se sumaron otros mandatarios
tricolores.
Queda para la historia que la amenaza de
ELBA ESTHER a ROBERTO MADRAZO en el sentido de que no lo dejaría llegar a la Presidencia de la República , finalmente se
cumplió ante el amasiato del magisterio nacional y el partido en el poder.
En el proceso electoral federal que se
avecina, la situación en el ámbito político no es la misma a la de hace seis y
doce años.
Quien manda en Tamaulipas tiene la
responsabilidad de sacar adelante la elección de los candidatos tricolores al
término de la jornada dominical de julio próximo.
En efecto, el ingeniero EGIDIO TORRE CANTU
ni se confía en falsas apreciaciones de posicionamiento ni tampoco contempla
alianza con partidos distintos al tricolor.
Dicho de otra manera, no piensa decirle a
ENRIQUE PEÑA NIETO que intensifique su campaña proselitista en otras ínsulas,
ante un eventual triunfo arrollador en las urnas. Tampoco jugará la contra para
favorecer a JOSEFINA VAZQUEZ MOTA o ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR.
Aunque, a decir verdad, las cartas que el
priísmo tamaulipeco ha colocado en el tapete verde político hacen suponer que
la contienda no será nada fácil y que el resultado no necesariamente se
contempla como de “carro completo”.
En el entendido de que para el
Revolucionario Institucional podría ser la última llamada para lograr la
recuperación de Los Pinos y, en consecuencia, la continuidad del panismo como
partido en el poder.
Justo ahí, es donde comentarios surgidos
al calor de la jornada preelectoral hacen hincapié en el hecho de que si los
gobernadores priístas estarán dispuestos a dejar las ventajas del virreinato
para regresar al centralismo.
DESDE EL BALCON:
Vaya la felicitación sincera para la
colega KARINA CONDE quien, la tarde-noche del pasado viernes, presentó su
segundo libro titulado “Misionero”, en relevante acto llevado a cabo en el salón
María del Pilar del Museo Casamata.
Asimismo, el agradecimiento para quienes
externaron sus parabienes como motivo de mi cumpleaños, el día de ayer, que
hacemos extensivo para quienes involuntaria o voluntariamente no recordaron la
fecha.
Y hasta la próxima.
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