Bien se dice que no hay plazo que no se
cumpla y el tiempo electoral en México ya exige que los partidos políticos
escojan a sus candidatos a los diversos cargos públicos de elección popular.
Cosa rara, el primer partido en salir al colectivo, es el PRI con los
aspirantes al senado de la república.
En
el mes de julio, los mexicanos habremos de acudir a las urnas a votar. El órgano ciudadano que la sociedad ha
construido a los largo de tantos años, ha demostrado ser más eficiente de lo
que fue el Consejo Electoral manejado por el gobierno. Fue una lucha que costó
sangre, sudor y lágrima, para lograr la autonomía del Instituto Federal
Electoral que hoy organiza las elecciones.
Acudir
el primer domingo de julio a emitir nuestro sufragio, es decidir en qué país queremos vivir, que democracia debemos
tener y que calidad de desarrollo económico deseamos para generar más empleo y
por ende, más prosperidad para todos.
En
Tamaulipas, el Comité Directivo Estatal del PRI, determinó su fórmula para
senadores en base a méritos. Ambos candidatos han dado muestra de trabajo,
perseverancia y disciplina partidista. Los dos han sido servidores públicos en
varias ocasiones y transitado por las urnas electorales dando buenos
resultados.
El
caso emblemático de la maestra, Guadalupe Flores de Suárez, es digno de
reconocer. Desde su juventud, sintió pasión por la gente de campo y se afilió
al sector campesino de su partido, el PRI. Su identidad con la Confederación
Nacional Campesina, le dio motivos para actuar con emoción en el difícil arte
de la política, pero desde esa trinchera, decidió servir a sus hermanos
campesinos. La atención a sus compañeros de lucha y su eficaz gestión a los
problemas que le presentaron, le valieron para conquistar el afecto y
reconocimiento de las mujeres y de los hombres del campo Tamaulipeco.
Lupita,
como le decimos quienes le estimamos, es una mujer sencilla, de trato amable y
con enorme calidad humana. Reconoce el valor de la amistad y ha sembrado amigas
y amigos por lo largo y ancho de todo el territorio de Tamaulipas, vaya,
atributo que le ayudará en la conquista del electorado.
Es
orgullosamente de Matamoros, esa región que hoy quisiéramos que dormitara a la
margen del rio, donde es apreciada y valorada en su exacta dimensión. Fue
regidora del ayuntamiento y dirigió al
PRI municipal de su ciudad natal, cuando la participación de la mujer en la
política era, sin ser restringida, si muy difícil. Sin embargo, como mujer de
carácter, insistió, con digna obcecación, en la conquista de los espacios
reservados al varón. Y sí, la maestra logró derribar obstáculos y barreras
hasta alcanzar la equidad en su participación.
Por eso, se fue haciendo un
ícono para su género. Eso aumenta la valoración en la maestra.
Al
inicio del gobierno del Ing. Egidio Torre Cantú, sus compañeros de bancada, la
eligieron líder de la Junta de Coordinación Política. Con mano férrea, pero a
la vez amable, condujo la relación interpartidista con prudencia y buenos
resultados.
Ante
la crisis de las fosas de San Fernando, la maestra Lupita se mantuvo firme y
leal al gobernador, Egidio Torre Cantú. Ante los embates de los medios de
comunicación nacional, la postura de la líder del congreso se constituyó en la
barrera de contención para los ataques. Al final, la firmeza de la soberanía
popular determinó la fuerza del gobierno de Tamaulipas.
Su salida de la
dirigencia camaral se dio con tersura. Conocedora del entramado de la política,
dejó las condiciones para lograr los contrapesos políticos y con ello, la
transición del mando. El arribo del diputado Gustavo Torres Salinas,
representa, que uno de los poderes del estado esté conducido por un originario
del sur de Tamaulipas. Todo indica que el gobernador Torre Cantú mantiene la
balanza en equilibrio.
Gustavo Torres
Salinas, es un joven empresario de éxito. Hombre de familia, abierto y amigable
que ha hecho una carrera a base de tesón. Ha tenido una experiencia rica entre
los militantes del PRI, desde ser dirigente de la CNOP de Tampico, hasta
representar a los comerciantes y empresarios de Tamaulipas en las
organizaciones camarales. Su paso por el ayuntamiento, se da como regidor de
oposición, tarea que desempeñó con energía y dignidad.
La mancuerna
entre la maestra Lupita y Gustavo, una como líder de la bancada del PRI y el
otro como responsable de la Comisión de Vigilancia de la Auditoria Superior de
Estado, que analizó las cuentas públicas, fue benéfica para la entidad, ya que
se procedió como nunca a revisar el estado de las administraciones municipales
inmediatas anteriores, para que sirvieran de ejemplo y así, lograr una mayor
transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Hoy la vida les
encara un nuevo desafío.
La maestra
Lupita ahora es candidata al Senado de la República y Gustavo toma la estafeta
en el liderazgo del congreso. Los dos son profesionales de la política y han
dado buenas cuentas para su partido y con la ciudadanía.
Ambos son
garantía y el PRI da muestras de madurez, que reconoce trayectorias y premia la
carrera de partido.
Y vaya que en
esto tiene que ver, el oficio del gobernador Egidio Torre Cantú.
Que sea y será,
para bien de Tamaulipas.
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