Que los ex gobernadores vuelvan a intentar entrar a la política es no tener vergüenza; pero que alguien dentro del partido se los permita, es igual a no tener madre…
Por Ambrosio Garza Dragustinovis
La historia de Tamaulipas señala que todos los ex gobernadores, con una que otra excepción, llegaron al cargo nomás para robar.
Póngale nombre a quien quiera y se dará cuenta de la enorme transformación financiera que vivieron quienes llegaron a la gubernatura de Tamaulipas, amansando “respetables” fortuna, insultantes cifras que se consiguieron saqueando las arcas…
OBRA PÚBLICA: EL NEGOCIAZO
1. Manuel Cavazos Lerma ese locuaz y pintoresco personaje que utilizó el esoterismo para “gobernar”, pero que nunca se deslindó de su condición humana proclive al hurto, amansó enorme fortuna siendo gobernador.
Su frase de combatir al “monstruo de mil cabezas”, todavía causa risa en los tamaulipecos, pues no sólo no lo combatió, sino que alimentó a ese voraz monstruo, a través de los recursos destinados a la carretera “Rumbo Nuevo”, jocosamente bautizada como “Derrumbe Nuevo”.
Se habla de un hurto, presentado en forma de dispendio, cercano a los mil 500 millones de pesos, desfalco por el que tuvo que pagar el “alter ego” de Manuel Cavazos, el señor de la “cantada”, Pedro Hernández Carrizales.
2. Tomás Yárrington Ruvalcaba no se escapa al escrutinio público y mucho menos al escarnio. Este enano matamorense, ya venía con malas mañas desde que dejó la alcaldía de la ciudad fronteriza. Pero no sólo eso, sino que también su “dudoza” proclividad sexual, también generó enormes desfalcos para mantener contentos a sus “amigos” ocasionales.
Según cifras que el gobierno de Yárrington difundió, la rehabilitación de la carretera fue cotizada en más de 600 millones de pesos, un techo financiero por demás inflado, más del doble, pues su verdadera rehabilitación no rebasaba los 300 millones de pesos, según datos degente experta en el rubro de la construcción de aquel entonces.
Yarrington dejó el cargo en medio de un escándalo sobre un préstamos autorizado en las últimas semanas de su gobierno, presumiblemente para cubrir pasivos y dejar limpio el camino al nuevo gobernante sexenal, pero después se supo que dicho dinero lo usó para financiar su “emporio” radiofónico, una empresa dedicada a conseguir los más jugosos convenios utilizando al PRI como herramienta.
Regresando con la rehabilitación de la herencia maldita de Manuel Cavazos, siendogobernador Yárrington, utilizó como cómplices del saqueo a constructoras cuyos propietarios siguen siendo los mismos ladrones de siempre…
Consorcio Carretero de Tamaulipas S.A. de C.V y GMC, S.A de C.V, propiedad de Alberto Berlanga Bolado y asociados. Constructora Correcaminos S.A. de C.V, de Antonio Rodríguez Morales. Constructora del Noreste S.A, propiedad de Antonio Carlos Valdés e Hijos.Construcciones y trituraciones S.A. de C.V, así como GIFER, S.A de C.V; de Fernando Cano yasociados.
Esta es sólo una pequeña parte de la enorme caterva de prestanombres, socios y cómplices a los que Tomás Yárrington echó mano para convertirse en el millonario político que es…
3. Eugenio Hernández Flores pudiera decirse que rompió esquemas y paradigmas, pues la enorme deuda que dejó al salir del sexenio, superior a los 7 mil millones de pesos, no tieneparangón en la entidad.
Su más grande e infame monumento a la corrupción, entre muchos otros es la Torre Bicentenario, cuyo costo superó lo establecido, pero que al igual que la carretera “Rumbo Nuevo” se tiene que erogar otra millonaria suma para que pueda dar servicio…
Por lo pronto el gobernador anda en Cancún, disfrutando de su clima y convertido en empresario de la construcción gracias a los más de 10 mil millones que se robó, de los cuales 7 mil los convirtió en deuda pública
IMPERIOSA NECESIDAD
Realmente urge, de manera impostergable, que este nuevo sexenio rompa con todos los “cliché” heredados y que acabe con la consabida chapuza que sexenio tras sexenio se realiza.
Tamaulipas y sus habitantes ya no soportarían un saqueo criminal como el que hemos padecido en los últimos tres sexenio, sin contar a Enrique Cárdenas y a Emilio Martínez Manaotou…
Pero sobre todo, ya es tiempo que alguien les ponga un alto a este tipo de sinvergüenzas que no conforme con haber saqueado de fea manera la entidad, encima buscan a toda costa seguir haciéndolo mediante un cargo de elección popular como una diputación federal o unasenaduría…
Que los ex gobernadores vuelvan a intentar entrar a la política es no tener vergüenza, pero que alguien dentro del partido se los permita, es igual a no tener madre…
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