-La duda es…..¿cómo le harán?
-La inseguridad será el reto principal para Baltazar o Francisco
-Finanzas colapsadas heredará el nuevo
mandatario
INDUDABLEMENTE, un reto difícil de vencer habrá
de enfrentar quien resulte ganador en las urnas electorales el próximo cinco de
junio, fecha en que los ciudadanos con credencial de elector designarán a su
nuevo mandatario estatal.
El clima de inseguridad a lo largo y ancho
de Tamaulipas, el millonario endeudamiento, la ausencia de obras de
infraestructura urbana, así como corrupción e impunidad son la herencia que
recibirá el gobernante para el próximo sexenio.
Si es BALTAZAR
HINOJOSA OCHOA o FRANCISCO JAVIER GARCIA CABEZA DE VACA, lo cierto es que ni
uno ni otro traen una varita mágica para eliminar de tajo las penalidades de
los tamaulipecos.
La prioridad para quien encabece el
próximo período constitucional es, sin duda, devolver la tranquilidad en los 43
municipios de la entidad y, sobretodo, brindar seguridad para quienes tienen la
necesidad de transitar a lo largo de las carreteras federales, estatales y
caminos vecinales.
Sobra decir que la corrupción y la impunidad han permeado el poder estatal a tal
grado que se antoja sumamente difícil la solución del anterior reclamo popular.
Por lo tanto, salvo la buena intención de
quienes buscan la gubernatura en el rincón noreste mexicano, no se observa
ninguna luz al final del túnel.
De entrada, una verdad de a kilo es que la
edificación de cuarteles militares y el millonario gasto para la manutención y
transporte de soldados, marinos y policías federales no ha sido suficiente para
asumir el control en la entidad y nulificar las acciones de los diversos grupos
delictivos.
Las
situaciones de riesgo que se viven un día sí y otro también en la zona
conurbada que conforman Tampico, Madero y Altamira; la misma capital del
estado, ciudad Victoria; así como en Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros son
argumentos sólidos que avalan lo antes expuesto.
Desde esa perspectiva no se vislumbra
solución alguna, lo mismo con una retención de la hegemonía tricolor o bien con
el arribo de la primera alternancia política en el territorio cuerudo.
De modo que, ni BALTAZAR ni FRANCISCO tendrán
ante sí un pedazo de pastel una vez que los electores decidan quién llevará la
rienda política, económica y social en esta norteña entidad federativa.
Tampoco se trata de plasmar un escenario
patético, sino simple y sencillamente de abordar con objetividad el grave
problema que padecen los tamaulipecos en materia de seguridad pública.
La integración de una policía de proximidad,
dependiente del Mando Único, podría constituirse en un paliativo siempre y
cuando no la contamine el crimen organizado. Además de la policía de barrio, la
reapertura de las casetas policiales también contribuiría a crear un clima de
relativa tranquilidad, luego de que los vecinos tengan un lugar cercano y
seguro para solicitar el apoyo de las fuerzas del orden en delitos del fuero
común.
Del mismo modo, HINOJOSA OCHOA o CABEZA DE
VACA-toda vez que el resto de los candidatos son mera comparsa-habrán de hacer
frente al grave problema que representan las colapsadas finanzas estatales.
El millonario adeudo que uno u otro recibirá
a partir del primero de octubre se convertirá en pesado lastre para cumplir con
las promesas de campaña.
Cierto es que el matamorense y el reynosense
tienen una idea clara acerca de la problemática en Tamaulipas. Sin embargo, lo
que no está muy claro es cómo le harán para sacar la entidad del barranco en
que se encuentra.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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