Por Mario A. Díaz
¿Puente
cerrado?
ASUMIENDO una actitud diametralmente opuesta a la
de su antecesor, la flamante administradora de la Aduana Fronteriza de Matamoros,
DOLORES VELASCO ROSAS, continúa aplicando el sistema de “puente cerrado” en los
diferentes puertos de entrada en esta ciudad norteña.
Los oficiales de
Comercio Exterior tienen instrucciones precisas de aplicar con rigorismo la ley
aduanera, lo que, lógicamente, está provocando una serie de inconformidades
entre la sociedad civil y la empresarial.
Apenas un par de
meses atrás, el anterior titular de esa dependencia de la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público, ANDRES RUIZ MANRIQUEZ, mediante la clásica componenda
permitía el paso de todos los productos y enseres que ahora son totalmente
prohibidos.
La licenciada
ZAYDA ALEJANDRA VILLARREAL SNYDER, subadministradora de Operaciones, es la
encargada de aplicar la mano dura por instrucciones precisas de VELASCO ROSAS.
El rigorismo de la
autoridad hacendaria comienza a levantar ámpula entre los residentes
fronterizos, quienes observan con impotencia como algunos alimentos, prendas de
vestir y otros enseres domésticos les son decomisados por los celosos oficiales.
Lo malo del caso es que la diversidad de criterios de éstos hace presumir que
la normatividad aduanera es aplicada a discreción.
Las oficinas y
patios de los diferentes cruces fronterizos están saturados de diferentes
artículos que son decomisados a residentes de la frontera y del interior del
país, quienes, además, tienen que cubrir la sanción administrativa.
Asimismo, la
administradora de la Aduana Fronteriza
de Matamoros ha ordenado que personal del Servicio de Administración Tributaria
(SAT) visite los lotes y tianguis en donde se comercializan autos de
procedencia extranjera.
Los operativos han
obligado a los vendecarros a esconder las unidades motrices norteamericanas y
ofertar sólo los vehículos que han sido nacionalizados.
Como era de
esperarse, la Cámara
de Comercio y Servicios Turísticos, que preside ENRIQUE MENA, ha externado su
inconformidad por lo drástico de los operativos, que afectan la actividad
económica de la región.
Un caso de clara
incongruencia es que los residentes de Matamoros, por ejemplo, están
imposibilitados de cruzar a territorio nacional vinos, licores y cigarrillos.
Los mismos productos, aunque no más de tres litros y paquetes si les es
permitido importar a quienes viven en la ciudad de Valle Hermoso.
Se da como un
hecho, con base en experiencias anteriores, que la aplicación férrea de la
disposición aduanera a la hora de importar artículos de procedencia extranjera
solo sea el preámbulo para que la todavía flamante funcionaria federal cotice
mejor sus servicios a los contrabandistas.
Por lo pronto y
en espera de una sana coordinación, la alcaldesa LETICIA SALAZAR VAZQUEZ acudió
a las oficinas de la Aduana Fronteriza
para saludar a la nueva titular.
Se supone que la
visita de cortesía, además de establecer canales de cooperación, obedeció a
respaldar el hermetismo y nulo trato con los representantes de los medios de
comunicación que extrañamente ha asumido la licenciada DOLORES VELASCO ROSAS.
En condiciones
normales sería la administradora de la aduana quien visitara en sus oficinas a la Primera Autoridad ,
en atención a su investidura.
El escándalo
mediático desatado con el reciente decomiso de cuantioso contrabando de whisky,
cerveza y cigarrillos en una bodega ubicada en el centro de la ciudad ha
obligado a la funcionaria fiscal que permanezca encerrada a piedra y lodo en
sus confortantes oficinas.
Sin embargo, la
jefa aduanera y dos funcionarias más se dieron una escapadita para deleitar
mariscos, el sábado por la tarde, en un establecimiento ubicado justo en el
nuevo centro geográfico de la ciudad.
Y hasta la
próxima.
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